Hitbodedut – Vaigash

"Y los hombres son pastores, porque siempre han sido pastores" (Bereshit 46:32).

Yosef (José), al describirle a sus hermanos al Faraón, le dice que son "pastores, porque siempre han sido pastores". Este pasaje parecería ser redundante. Además, ¿por qué tantos de nuestros antepasados ​​y líderes nacionales más importantes: Avraham (Abraham), Itzjak (Isaac), Yaakov (Jacob), los hijos de Yaakov, Moshe (Moisés), Shmuel HaNavi (Samuel el Profeta) y David Hamelej (Rey David) – decidieron ser pastores?

Nuestros Patriarcas encontraron cuatro ventajas en el hecho de ser pastores:

Primero, cuidar ovejas es una vocación relativamente fácil que no ocupa tanto la mente; por lo tanto, uno puede cuidar de los rebaños y al mismo tiempo pensar en otros temas de mayor importancia.

En segundo lugar, las ovejas son rentables porque producen lana y leche y tienen crías; si las ovejas pastan en campo abierto, entonces el dueño del rebaño prácticamente no tiene gastos.

En tercer lugar, aquel que cuida rebaños pasa la mayor parte del tiempo lejos de otras personas y, por lo tanto, evita cometer una gran lista de transgresiones que incluyen calumnias, chismes, estafas entre muchas otras.

En cuarto lugar, esta vocación les hizo posible a nuestros Patriarcas mantener su santidad al evitar que se asimilaran a sus anfitriones egipcios, ya que el pastoreo era algo impensable para los antiguos egipcios.

La vida solitaria de los pastores en el desierto les permitió a nuestros antepasados ​​dedicarse a su pasatiempo favorito: la hitbodedut, o sea, la plegaria personal en aislamiento. Rabí Najman de Breslev enseña: "La hitbodedut es lo más grande que existe. Los tzadikim más famosos dijeron que alcanzaron su elevado nivel espiritual gracias a una extensa plegaria personal en reclusión" (Likutei Moharan II: 25). En otra instancia, Rabí Najman de Breslov enseña: "Cuando uno reza en el campo, cada brizna de hierba se une a su plegaria, lo ayuda y le da poder a su plegaria" (Likutei Moharan II:11).

El pensamiento esotérico judío enseña que cada ser creado -mineral, vegetal, animal y, por supuesto, el ser humano- posee una fuerza de vida espiritual que llamamos "alma". La plegaria personal, especialmente en el campo, hace uso de toda la creación, ya que todas las criaturas aprovechan la oportunidad de aferrarse a la plegaria de un orden superior, debido a que esta facilita la corrección de su propia alma. Por lo tanto, todos los seres creados crean una hermosa sinfonía de fondo para el afortunado ser humano que reza en medio de ellos. Una plegaria tan exquisita asciende directamente al Trono Celestial. Es por eso que nuestros antepasados ​​y sabios pasaron tanto tiempo haciendo Hitbodedut como les fue posible.

Cuando hablamos con Hashem en hitbodedut, emulamos a nuestros antepasados. Y Hashem está más que feliz de escuchar a Sus amados hijos e hijas que vienen a Él en plegaria personal.

Uno puede preguntarse: si la plegaria personal es tan maravillosa, ¿por qué no todos hablan con Hashem durante al menos una hora al día? La mayoría de las personas alegan que no tienen tiempo todos los días para hablar con Hashem en plegaria personal.

Nuestros antepasados sabían que al hablar con Hashem podían satisfacer todas sus necesidades, tanto espirituales como materiales. Rabí Najman de Breslov enseña que cuando seguimos sus pasos, también podemos satisfacer todas nuestras necesidades.

Tantas personas se lamentan cuando lo único que tienen que hacer es pedirle todo lo que necesitan a Hashem. La hitbodedut no es solamente nuestro signo de realeza: es uno de los mayores dones que Hashem podía otorgarnos.