Curar el corazón – Reé

La sección de la Torá de esta semana comienza cuando Moshe Rabenu menciona la bendición y la maldición que se darían más tarde en el Monte Gerizim y el Monte Ebal, cerca de Shejem. Moshé comienza su recitación en esta porción de la mayoría de las mitzvot que se encuentran en el libro de Devarim poniendo los mandamientos en perspectiva, explicando que la decisión de aceptar o no la Torá equivale a elegir entre la bendición y la maldición (comentario de Artscroll).

Rabi Najman explica en Likutei Moharan, lección 36 que la bendición y la maldición le llegan a la persona según el recipiente que tenga para recibirlas. ¿Qué significa esto? La bendición y la maldición están ante ti, explica Rabi Najman, porque de Hashem sólo emana luz simple (espiritual). Las letras de la Torá contienen en ellas la luz de Dios. Según las acciones de cada persona, si trata de elegir el bien y hacer el bien o lo contrario, las letras se unen para recibir una bendición o una maldición. Por eso, el versículo dice que “pongo la bendición y la maldición ante ti” específicamente, porque la luz que viene de Hashem no tiene una forma específica todavía. La luz espiritual y la bendición siempre descienden desde arriba, pero nuestra capacidad de recibir esta luz depende del recipiente que seamos capaces de crear. 

Rabi Najman explica en otra poderosa lección en Likutei Moharan, Enseñanza 34 por qué necesitamos rezar y qué sucede cuando rezamos ante Dios. Antes de hablar de la plegaria, él explica que cuando el corazón está hundido en la vergüenza, y cuando las falsas formas de amor y los malos deseos lo consumen, esto hace que el corazón se quiebre. Los grandes tzadikim, como Moshe, Yosef, y otros tzadikim que vinieron después de ellos tienen el poder de curar el corazón roto. Ellos recibieron este poder de Hashem. Este es el significado del verso en el profeta Shmuel (Samuel), "…Un justo, que gobierna a través del temor de Dios" (Shmuel II, Capítulo 23, Versículo 3). El aspecto principal de este poder es iluminar y despertar los corazones del pueblo judío para servir a Hashem. 

Rabi Najman pregunta en esta enseñanza: "¿Para qué necesitamos rezar, si Hashem ya conoce nuestros pensamientos?". Él responde que la palabra crea el recipiente que nos permite recibir la abundancia de Dios. A través de la plegaria construimos nuestro receptáculo para recibir todo el bien que Hashem quiere darnos. Si nuestro discurso es rectificado y purificado por la Torá, la plegaria y el buen hablar, entonces tenemos un recipiente que es capaz de recibir las bendiciones de Hashem. 

¿Cómo se relaciona esto con un tzadik que tiene el poder de sanar el corazón quebrantado? Las palabras y las plegarias del tzadik son rectificadas y completas, y por lo tanto tienen el poder de ayudar a otros a recibir también la abundancia de bien de Hashem que Él derrama sobre el mundo en cada momento.

La plegaria aumenta nuestra capacidad de recibir bendiciones. Aumenta nuestra emuná. Cuanto más podamos profundizar nuestras plegarias, más se profundizará nuestra fe en que nuestras plegarias son escuchadas y más se profundizará nuestra conexión con Hashem. 

Rabi Najman también revela en esta lección que cada persona tiene dentro de sí un aspecto de Tzadik, que es completamente único Cuando hablamos y compartimos con la familia y los amigos, debemos saber que tenemos algo único y especial que sólo nosotros podemos compartir con ellos. Y viceversa: ellos tienen algo muy especial y único que compartir con nosotros.

¿Cómo puedo descubrir y conocer lo que es especial y único en mí? Rabi Najman dice también que cada persona necesita hablar con Dios en una plegaria personal para descubrir su punto especial que le permitirá brillar. Este punto único de su alma tiene el poder de sanar su corazón roto. Cuando sabemos y sentimos que nosotros también somos especiales, y cuando descubrimos la profunda conexión y el amor que existe entre nosotros y Hashem, todas las falsas imitaciones del verdadero amor se desvanecen. 

La emuná que somos capaces de revelar y aumentar dentro de nosotros mismos al descubrir nuestra luz especial necesita ser compartida con los que nos rodean. Podemos ayudar a los demás de manera profunda conectándonos con nuestro punto de luz único y haciéndolo brillar para los demás.