No tengo Adónde Escaparme

Estoy que me vuelvo loca. Ya sé que les dije esto mismo muchas veces, pero esta vez les aseguro que es verdad. Estoy a punto de perder los estribos

3 Tiempo de lectura

Rajeli Reckles

Posteado en 17.03.21

Estoy que me vuelvo loca. Ya sé que les dije esto mismo muchas veces, pero esta vez les aseguro que es verdad. Estoy a punto de perder los estribos…

Estoy que me vuelvo loca. Ya sé que les dije esto mismo muchas veces, pero esta vez les aseguro que es verdad. Estoy a punto de perder los estribos. La única diferencia es que siempre que digo esto lo digo con respecto a mis hijos y esta vez lo digo acerca de mí misma.

Me estoy volviendo loca.

Bueno, en realidad, no yo, sino mi cuerpo. Siento que el estómago se me da vuelta. El corazón me late como loco y siento que me desmayo del hambre, si bien me la paso comiendo.

No puedo dormir. No puedo sentarme. No puedo hacer nada. Hasta lavar los platos es demasiado para mi cuerpo destrozado.
Mi cuerpo dejó de funcionar.

Fui a ver el médico, que me dijo que está todo bien. Fui a un médico alternativo que hace healing y acupuntura y que al principio me ayudó mucho pero después, bueno, todo volvió a ser como al principio.

Hoy recibí unos cuantos mensajes y espero que les den fortalecimiento espiritual a todos los que lo necesiten.

Primero: HaShem no nos da nada que no podamos enfrentar. Por supuesto, no es lo que se dice “dicho y hecho”. Y si no me creen, traten de decirle esto mismo a alguien que físicamente está al borde del infierno. Pero ¿qué otra alternativa tengo? Si elijo no creer en esto, entonces qué esperanza puedo tener de sobrellevar la crisis? Pero si elijo trabajar para fortalecer esta creencia e internalizarla, entonces este puede ser mi salvavidas en los momentos en que siento que simplemente me quiero morir.

Segundo: todo lo que hace HaShem es para nuestro propio bien. Suena como un disco rayado, ya lo sé. Si elijo creer en esto, entonces tengo la posibilidad de aprender y crecer a partir de esta época tremendamente difícil que estoy pasando. Tengo la oportunidad de percibir la Divina Providencia en acción y finalmente alcanzar una conexión con Dios. Si elijo creer que todo esto no es más que un montón de pavadas y que todo es casual y aleatorio, entonces ¿qué clase de vida voy a tener? Finalmente, voy a acabar transformándome en una amarga víctima de las circunstancias que no percibe la justicia que existe en el mundo. ¿Qué clase de vida es esa? En mi opinión, no la clase de vida que merezca ser vivida.

Tercero: A veces HaShem nos acorrala en el rincón. Esto es algo clave, porque esto puede transformarse en mi salvavidas cuando veo que todas las otras opciones potenciales no funcionan. ¿A qué me refiero? Permítanme explicarles: a veces nos quedamos sin otra opción más que exclamarle a Dios a los gritos que nos ayude. Y esto es para que podamos ver la salvación con nuestros propios ojos y podamos seguir trabajando para alcanzar una conexión más cercana con nuestro Padre. Si elijo creer esto, entonces obtengo fortaleza espiritual y apoyo cuando más los necesito. Si elijo creer en lo contrario, entonces estoy destinada a ser una huérfana por el resto de mi vida. ¿Quién me va a apoyar cuando tenga necesidad? Voy a quedarme sola en todo este mundo avasallante y aparentemente tan injusto…

Entonces podemos decir que HaShem me acorraló en una esquina. No me dejó ningún lugar al que pueda escaparme. Estoy atascada y solamente puedo acudir a Él para obtener ayuda. Me duele, me duele muchísimo. Es como si me hubieran quitado la alfombra sobre la que estaba parada y me tuviera que aferrar de una soga que está colgando de un helicóptero. HaShem me está gritando que me aferre bien fuerte y que todo esto ya va a pasar. Que todo va a estar bien. Que me va a llevar a un lugar seguro. Pero mientras trato desesperadamente de aferrarme, estoy llorando. Me estoy literalmente convulsionando de dolor físico y emocional por el que estoy pasando.

Estoy tan pero tan cansada… Y quiero que todo esto se pase ya.

Pero no puedo. No puedo bajar los brazos. No puedo decepcionar a mi familia. Y ciertamente no puedo decepcionar a HaShem. Él me dio este desafío y Él sabe que puedo pasarlo. Soy una persona fuerte y no porque quiera serlo. Soy fuerte porque tengo que serlo.

Si estás pasando por una situación que te lleva hasta el límite mismo de tu cordura, mi corazón está contigo. Estoy contigo en tu dolor. Estoy pensando en ti y yo sé que puedes sobrellevarlo. Y no sólo yo, sino toda tu familia de Breslev Israel te ama y le importa de ti. Todos sabemos que eres capaz de enfrentar estos momentos tan difíciles por los que estás pasando. Y todos estamos orando por ti.

Sé fuerte; siempre recuerda que eres mucho más fuerte de lo que piensas.
 

Escribe tu opinión!

1. Carlos

4/08/2022

De verdad lo que dices es precisamente lo que me pasó esta semana continuo por qué aún que no soy del pueblo de Israel me agrada la forma como ustedes se relacionan con Hashem al principio cuando empecé a querer practicar lo que dice el Rab Arush todo parecía color de rosa pero entre más investigaba acerca de la verdadera teshuva las cosas se complicaron y me repetía todo es para bien pero lo hacía como un loro lo reconozco hoy senti todo eso que tú describes en tu artículo pero yo sabía en mi interior que no podía rendirme y decepcionar a mis hijos y sobre todo a Hashem que me ama aún que no soy de su pueblo pero siento algo muy fuerte por conocerlo y que me conceda fe completa se que no va a ser fácil pero este artículo es una respuesta clara

2. claudia

8/05/2015

En mis Rezos siempre Hashem,esta para ayudarme es increíble amen.

3. claudia

8/05/2015

Bendiciones, de salud y parnasa pra mis hijos ariel y alan rafael.saal.

En mis Rezos siempre Hashem,esta para ayudarme es increíble amen.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario