El chequeo de prevuelo – Ki Tetze

Existe una forma de ahorrarnos muchos dolores de cabeza y muchos problemas en la vida…

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 17.03.21

 “Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos…” (Deuteronomio 21:10)

 

¿Pueden imaginarse cuántos accidentes aéreos ocurrirían si a los pilotos no se les exigiera un total examen de prevuelo antes de despegar? ¿Acaso no nos lo debemos a nosotros mismos mantenernos bien lejos de toda clase de problemas? Nuestro enemigo acérrimo quiere vernos destrozados en el medio del aire, Dios no lo permita…

 

¿Enemigo acérrimo? ¿Quién? Qué?

 

Curiosamente, la Torá no dice “si” sales a la guerra, sino que dice “cuando” salgas a la guerra. Este pasaje nos enseña que cada uno de nosotros llega a este mundo para luchar. Aquellos que buscan pasarla bien se van a sentirse frustrados y estresados, ya que raramente van a poder lograrlo.

 

¿Qué guerra estamos luchando? Rabi Jaim de Chernovitz, el famoso “Beer Maim Jaim”, dice que esa es la guerra que uno libra consigo mismo, cuando lucha contra su mala inclinación, sus malas costumbres y sus deseos físicos. Aprendemos de las enseñanzas del Rebe Jaim que la persona tiene dos lados distintos: el santo y el profano. El alma naturalmente gravita hacia el lado santo mientras que el cuerpo gravita hacia el lado profano. A diferencia de lo que muchos piensan, en esta guerra no hay un terreno intermedio: o bien hay santidad o bien hay lo contrario: tumá o tahará. El profeta Elías castigó al pueblo judío en el Monte Carmel diciendo: “¿Cuánto tiempo más seguirán montando en ambos lados?”. Venimos a este mundo a ejercitar nuestro libre albedrío y a elegir entre el bien y el mal, entre la pureza y la impureza. Este proceso de libre albedrío y purificación personal es una lucha de toda la vida.

 

¿Por qué esta conciencia de “blanco o negro” es tan importante en este mes de Elul, que es un mes en el que cada alma judía se enciende en su anhelo por Hashem? Si la persona carece de la capacidad de evaluar su propio accionar y no sabe discernir entre el bien y el mal, entonces no puede luchar y se transforma en presa fácil para el enemigo. Gracias a Dios, nosotros sí tenemos una buena arma, se llama “PLEGARIA PERSONAL”, que es hora diaria de autoevaluación y automejora, en la que hacemos a Hashem partícipe de nuestros pensamientos más personales.

 

 

Existe una forma de ahorrarnos muchos dolores de cabeza, y es formulándonos estas dos preguntas antes de hacer cualquier cosa:

 

  1. EL “SI…”

 

¿Acaso el acto que estoy por hacer o las palabras que estoy por decir están conectadas con el cumplimiento de algún precepto? Si por ejemplo estamos comiendo o bebiendo para mantener un cuerpo sano y para tener fuerza en el servicio de Hashem, entonces la respuesta es afirmativa: “Sigue adelante!”. Si estamos invirtiendo nuestro tiempo conversando con nuestra pareja o yendo juntos de paseo, esa es una gran mitzvá! Si necesitamos trabajar una hora extra todos los días para poder pagar los gastos de educación de nuestros hijos, ¡pues muy bien!. Pero si el acto que estás por hacer es meramente para satisfacer los apetitos corporales, entonces piénsalo dos veces.

 

  1. EL “CÓMO”

 

Si hemos respondido “sí” a la pregunta anterior, y continuamos haciendo esa acción, entonces ‘la estamos haciendo en aras de nosotros mismos o en aras de Hashem? Por ejemplo, hemos decidido donar una suma de dinero a una causa de beneficiencia. La pregunta es: lo hacemos por Hashem o lo hacemos para nuestro propio prestigio?

 

Estas dos preguntas son una maravillosa forma de evaluarnos a nosotros mismos antes de hacer algo. ¿realmente necesito esa segunda porción de torta de crema? ¿Tengo sí o sí que contarles a los demás acerca de la buena acción que hice? ¿Conviene que envíe mensajes de texto cuando estoy sentado a la mesa y comiendo la cena con mi familia?

 

Muchas veces, la línea divisoria entre lo favorable y lo desfavorable es muy fina. Pero si prestamos atención, podremos evitar muchos errores y podremos mejorar mucho, y acercarnos más a Hashem. Entonces todos saldremos ganadores!

 

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