Mi momento de lej lejá

Lej lejá significa “vete a ti mismo”. Descubre quién eres realmente. Solamente cuando nos salimos de nosotros mismos podemos ver quiénes somos.

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Dovber Halevi

Posteado en 08.11.21

El psicoanalista se quedó con la boca abierta. Jamás en toda su carrera había oído algo semejante.

 

Y el Eterno le dijo a Abraham (Génesis 12:1): “Vete de tu tierra y de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre rumbo a la tierra que te he de mostrar”.

 

“Dov, no te preocupes. Es solamente rutina. Ya tuviste entrevistas con todo el personal relevante y ya tienen suficiente material para tomar una decisión. Yo soy un psicólogo ocupacional. Mi tarea consiste en asegurarme de que, emocionalmente hablando, te adaptes bien”.

 

Él dijo esto lo más relajado. Entonces cerró la puerta, abrió un poco la ventana e instantáneamente creó una atmósfera de confianza. Empezó con las preguntas de a poco. Hablamos de la familia, de mis hijos, y nuestra decisión de vivir en Israel.

 

Entonces me preguntó por mis padres. Lento pero seguro me disecó como si fuera un sapo inerte. En un ratito ya había captado la esencia de mi ser, la puso en la mesa y dijo:

 

“Toma. Este eres tú. Ahora dime: ¿qué te parece?”.

 

He tenido otras reuniones con psicólogos por cuestiones de trabajo. Y también me analizaron amigos. Al verme a mí mismo, me suelo sentir avergonzado, decepcionado, abochornado.

 

Esta vez fue diferente. Mi respuesta me salió directamente de corazón.

 

“Asaf, soy feliz. Mi mujer es feliz. Baruj Hashem, mis hijos son felices. Nos encanta la vida que tenemos”.

 

En todos sus años de práctica profesional. La gente dice “No estoy loco”, “Me siento bien”, “No tengo ningún problema” o incluso “Sí, necesito ayuda”. Pero jamás escuché una declaración así: “Soy feliz”.

 

 

Se quedó congelado algunos segundos y luego salió de la oficina. Al rato volvió.

 

“Puedes salir. Ahora te va a ver el CEO”.

 

El Rav Shalom Arush acaba de agregar a su lista de logros el de “consejero profesional”. La emuná ha conquistado oficialmente el lugar de trabajo.

 

La felicidad tiene poco que ver con el dinero. Ni siquiera tiene mucho que ver con la comodidad. Algunas de las personas más felices que existen son las que luchan contra su propio cuerpo, cuando siguen ejercitando cuando el cuerpo les pide un descanso. Cuanto más se cansa el cuerpo, más grande es la satisfacción que sienten en superar sus propios límites.

 

Eso es la felicidad.

 

Cuando escribí esto, no tenía trabajo, pero a pesar de eso estaba contento. Estaba en una situación en la que Hashem me había empujado al límite de mis fuerzas mentales y emocionales. Gracias, Dios mío!

 

Ese fue mi momento de lej lejá.

 

Lej lejá significa “vete a ti mismo”. Descubre quién eres realmente. Solamente cuando nos salimos de nosotros mismos podemos ver quiénes somos. Actuar bajo presión gradualmente te saca de ti mismo y te fuerza a constantemente crear una nueva persona que siempre está luchando por algo. La fe es comprender que la presión y las dificultades provienen de Hashem, y tienen un propósito. La fe solamente se encuentra en las dificultades. La fe es la base de la felicidad y las dificultades son la base de la fe.

 

Lej lejá, vete a ti mismo. Las fuerzas que Hashem crea en la Tierra de Israel nos conducen al lugar que hemos estado buscando toda la vida: darnos cuenta de quiénes somos y por una vez en la vida sonreír al vernos en el espejo.