Cómo vencer los obstáculos

Nos enseña Rabí Najman (Likutey Moharán I:172):

Todas las dificultades que padece la persona, ya sea falta de hijos, de riquezas, o de salud, se deben a uno mismo. El rostro y la gloria de Hashem iluminan constantemente a la persona, pero debido a las acciones negativas que ella lleva a cabo, uno se hace sombra a sí mismo y se vuelve incapaz de recibir toda esa luz.

Las malas acciones de la persona forman barreras que bloquean la luz Divina, causando sombras de oscuridad espiritual. Cuando uno pone énfasis en el afán de riquezas, descuidando sus necesidades espirituales, lo material está en realidad creando una sombra que bloquea la luz espiritual, que en esencia es el rostro de Hashem y Su abundancia Divina.

Debido a esta sombra o barrera, uno se vuelve incapaz de recibir las bendiciones que Hashem le tiene reservadas y entonces le queda solamente pena y aflicción. Es como alguien que te quiere servir una copa del más fino champagne pero no tienes una copa. ¡Obviamente, el dueño del champagne no va a derramar el champagne al piso!

Por lo tanto, si queremos recibir las mejores bendiciones de Hashem, también tenemos que preparar un recipiente digno, apartando las prioridades materialistas que bloquean la luz Divina, que son las que impiden que llegue a nuestras vidas.

A fin de fortalecer la vasija que nos posibilita recibir la abundancia Divina –el buen sustento, las riquezas, la salud, etc– debemos fortalecer nuestra emuná y nuestra confianza en Hashem, como ya hemos dicho.

En resumen: la principal vasija que nos posibilita acumular riquezas es la confianza en Hashem. Esta surge de una conciencia espiritual fortalecida, o sea, la conciencia de que Hashem es el Único que nos provee el sustento y que nuestro principal esfuerzo en nuestro intento por ganarnos la vida debe concentrarse más que nada en desarrollar una fuerte confianza en Hashem. La confianza en Hashem neutraliza la preocupación y la depresión y, lo más importante de todo, nos da tranquilidad y alegría.