¿Confianza o temor?
Aquel que les debe dinero a otras personas se ha convertido en su esclavo –todo el tiempo tiene miedo de lo que puede llegar a pasar...
Aquel que les debe dinero a otras personas se ha convertido en su esclavo –todo el tiempo tiene miedo de lo que puede llegar a pasar en caso de que no pueda devolverles lo que les debe. El temor es una de las causas de la pobreza y las deudas. Pero cuando uno tiene temor de Hashem, entonces no le tiene miedo a nada más. Todas las dificultades financieras son producto de una falta de confianza en Hashem. Pero cuando uno tiene total confianza en Hashem, no tiene motivos para preocuparse, porque sabe que Hashem siempre le ha proveído todo lo que necesitaba y continuará haciéndolo. Por eso el profeta declara: “Bendito es el hombre que confía en Hashem; Hashem será su fuente de confianza. Será como un árbol solitario en la planicie… y en el año de sequía no temerá” (Jeremías 17).
Uno de los factores imprescindibles para alcanzar la total confianza en Hashem es tener la clase apropiada de temor. El temor apropiado es temerle únicamente a Hashem, lo que en hebreo se denomina irat shamaim. El nivel de temor de Hashem se mide según el nivel de emuná en que todo proviene de Hashem.
Pero si uno cree que existe algún otro poder o ser humano que ejerce cualquier grado de control sobre su vida, entonces uno le teme a ese poder o a ese ser humano y por lo tanto tiene una clase inapropiada de temor. A eso alude el profeta cuando dice: “Confiaré y no temeré” (Isaías 12) – “En Hashem he depositado mi confianza; ¿qué puede hacerme el hombre?” (Salmos 56). La persona que vive según estas verdades eternas no tiene le miedo a nada. Y no se preocupa en lo más mínimo pensando qué va a comer al día siguiente.
Por el contrario, cuando uno no tiene la confianza que viene con la emuná, cada nuevo día trae una nueva preocupación: “¿Cómo me las voy a arreglar para pasar el día? ¿Cómo voy a poder solventar todos los gastos que tengo?”. Cuanto más uno trabaja y más dinero gana –lo cual él piensa erróneamente que es la respuesta a todos sus problemas–, más se preocupa y más se angustia, porque ahora tiene que ingeniárselas para mantener ese nuevo nivel de vida. Así enseñan nuestros Sabios: (Pirkei Avot – La Ética de los Padres capítulo 2): “Cuanta más riqueza, más preocupación”. Como ya dijimos, todo este tremendo sufrimiento es consecuencia del temor mal dirigido que tiene el individuo, quien confía en cualquier cosa menos en Hashem. ¡Pobre de él!
La persona que posee una total confianza en Hashem sencillamente no se preocupa de nada ni le tiene miedo a nada. Hashem es capaz de hacer cualquier cosa y todas las riquezas provienen de Él. Si Hashem quiere que una persona sea rica, entonces lo será, sin importar cuánto esfuerzo invierta en su trabajo. Lo único que tiene que hacer es encontrar un trabajo para que Hashem pueda bendecirlo de manera oculta. Además, nadie podrá quitarle sus riquezas. Por más que traten, no podrán hacerlo.
En síntesis: la principal razón de pobreza es que la gente tiene miedos infundados. Estos miedos se deben a que, en todo lo referente al sustento, uno deposita su confianza en cualquier cosa menos en Hashem. La gente se inventa amos ajenos que lo único que le traen es estrés y preocupaciones sin fin. Además, cuando uno se encuentra en esa situación, está mucho más propenso a caer en un círculo vicioso, al pedir prestado más dinero y contraer cada vez más deudas, lo cual a su vez produce todavía más estrés.
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