Un Pedacito de Pastel

Empecé a caminar hacia adelante en medio de la negrura de la noche, pero fui superada por una ola de pánico y un extraño susto. ¿Cómo encontraré mi camino a casa y evitaré tropezar con obstáculos?…
 

Frecuentemente camino por nuestro Yishuv (colonia) de noche, especialmente cuando el clima es agradable. Me gusta (y necesito) el ejercicio y el aire fresco después de estar sentada frente a un escritorio la mayor parte del día. También anhelo la oportunidad de estar a solas con HaShem, el Creador del Universo, para aclarar mi mente y "discutir" asuntos importantes del día en una sesión personalizada de Hitbodedút, la Plegaria Personal en Aislamiento. Cada vez, ya que estoy asombrada que realmente estoy caminando en la Tierra Santa, empiezo por agradecer a Di-s por el privilegio de hacer de esta tierra nuestro hogar y de ser capaces de movernos por ella libremente. En el tratado Ketubot 111, a, el Talmud dice "el que camina cuatro pasos en la Tierra de Israel logrará una porción en el mundo venidero". Eso en síno es solamente la cereza del pastel, ¡es el pastel!

Hace unas semanas, mientras estaba dando mi paseo diario, mi Emuná (fe en el Creador) fue sometida a prueba. Conozco muy bien las calles y el Yishuv no es muy grande, siendo así imposible perderse, pero no estaba preparada para esta experiencia sorprendente. De repente, sin algún aviso previo, la electricidad se cortó y quedé hundida inesperadamente en la más completa oscuridad. A diferencia de estar en nuestro propio hogar donde sabemos que la mesa esta a tres pasos hacia la derecha y el estante está de frente, no había alguna señal ni nada que guiara mis pasos. Incluso la luz de la luna se ocultaba de la vista…
 
Empecé a caminar hacia adelante en medio de la negrura de la noche, pero fui superada por una ola de pánico y un extraño susto. ¿Cómo encontraré mi camino a casa y evitaré tropezar con obstáculos? La respuesta era obvia. HaShem estaba conmigo y no había razón para temer. Si no utilizaba lo que he aprendido durante todos estos meses, ¿qué valor tenía? Así que me quedé completamente quieta y clamé a mi Protector para que me libre de este lío ridículo. En cuestión de segundos un par de automóviles pasaron e iluminaron el camino. Poco después la electricidad regresó.
 
La vida está constantemente llena de milagros si tan sólo los reconocemos como tal. Tan pronto como uno comienza a acercarse más a HaShem, las maravillas que experimentamos no tienen fin. No sólo que los milagros aumentan drásticamente, la percepción de los incidentes más comunes adquiere una nueva dimensión. Lo que previamente había sido considerado como una coincidencia o buena suerte ahora es reconocido como la Mano de Di-s. Sin embargo, lo que produce milagros adicionales es el deseo genuino por ellos. Si creemos que HaShem controla todo y tiene la capacidad de hacer lo que Él quiere, entonces aprendemos a apoyarnos en Él para que nos ayude en todos los asuntos, grandes y pequeños.
 
Rabi Najman de Breslev dijo una vez: "Es muy bueno derramar tu corazón a Di-s como lo harías con un verdadero y buen amigo" (Kojavey Or, Anshei Moharán #4). Siguiendo este punto de vista, podemos decir que nuestra relación con HaShem es como una amistad especial que se cultiva, siempre trayendo esa relación a un nivel superior de conocimiento. Alguien puede ser un conocido en el trabajo, coincidiendo en la planificación de reuniones, coordinando tareas y conversando durante el tiempo de receso, pero a menos que le llames desde  casa después de algunas horas y creas una conexión personal, nunca llegará a ser amigo íntimo. Del mismo modo, uno puede rezar tres veces al día y cumplir muchas Mitzvot, pero hasta que uno comienza con la constante Hitbodedút (Plegaria Personal) nunca se puede alcanzar esa cercanía única que todos anhelamos.  
 
Nada viene a este mundo sin plegaria, pero CON ella, la felicidad está a tu alcance. Desde que empecé a hablar con nuestro Creador regularmente, he experimentado muchos más "mini-milagros". Los llamo "mini-milagros" porque no son grandes o extraordinarios  como la división del Mar Rojo, pero sin duda son Divinamente enviados y no menos espectaculares. Durante actividades rutinarias, como la espera de un autobús o tratando de encontrar un paseo determinado, una oración corta y rápida reduce significativamente el tiempo de espera.
 
Recientemente fui de compras con una cierta cantidad de dinero y unos cupones de crédito. Podría hacer un cheque por la diferencia si el gasto fuera mayor, pero estaba tratando de mantenerme dentro de nuestro presupuesto y preferí no gastar más de la cantidad que traje conmigo. Mientras compraba, traté de llevar la cuenta general en mi mente, pero no sumé los precios con exactitud. Me acerqué a la cajera, orando que no tuviera que usar mis cheques. Después de pasar todo lo que había comprado, le entregué mi pago y los cupones, esperando ver cuánto más debería agregar o el poco cambio que recibiría. ¡Ella me miró con sorpresa cuando me dijo que tenía la cantidad exacta! Una semana después me sucedió lo mismo, compré comida por la cantidad exacta que tenía en mano sin cálculos previos. Este tipo de cosas suceden todo el tiempo y he escuchado historias similares y más sorprendentes de otras personas que se han fortalecido en la Emuná, y en la práctica de la Hitbodedút regularmente.
 
No tienes que creerme, puedes probar por ti mismo que este método maravilloso de vivir una vida libre de estrés realmente funciona. Considera este caso: La mayoría de nosotros tenemos días en los que se nos hace tarde y realmente no hay suficiente tiempo para orar antes de ir al trabajo o a una reunión importante. Si solamente confías en ti mismo y el mundo de la lógica, probablemente renunciarías a las oraciones. Después de todo, ¿por qué arriesgarte a llegar tarde cuando puedes orar después? Es probable que, en esta situación, tengas un embotellamiento de tráfico y llegues aún más tarde. Si hubieses invertido el poco tiempo que se toma en recitar las oraciones necesarias, hubieras ahorrado ese tiempo en el camino y llegado temprano a tu cita.
 
La mayoría de nosotros hemos experimentado la Hashgaja Pratit (Divina Supervision Personal) en una o más ocasiones en nuestra vida, pero a través de construir una relación íntima con el Todopoderoso, estos hechos pueden llegar a ser una parte constante de nuestra existencia. Al hacer Hitbodedút diaria, presentarse humildemente delante de HaShem con Teshuvá (arrepentimiento y retorno al camino de la Torá) sincera y luchar por el cumplimiento estricto de Sus Leyes, uno levanta la realidad mundana al Reino Celestial y, en esencia, puede hacer que el tiempo se detenga. Mientras que esto es un esfuerzo loable en cualquier lugar de la tierra, el potencial para maximizar los resultados se encuentra sólo en Eretz Israel, la Tierra de Israel. "Toda la tierra está llena de la Gloria de Di-s" (Isaías 6:3), pero en Israel es donde HaShem quiere que habitemos y Él nos recompensa por hacerlo.
 
En su comentario sobre el libro de Maimónides ‘Sefer HaMitzvot’, el Rambán escribió que es una Mitzvá (Precepto) vivir en la Tierra de Israel. "Hereda la tierra y vive en ella, ya que es para ustedes que les estoy dando la tierra para ocuparla" (Números 33:53).
 
Ésta es una Mitzvá importante que traerá alegría inexpresable. Si aún no has decidido el cambio de vida de mudarte a Israel,no hay mejor momento como el actual. Pídele a HaShem que te ayude, y Él te mostrará el camino. Te lo digo yo, ¡es un pedacito de pastel!…