Sinfonía para el alma – Haazinu

La Torá no es un libro de leyes e historias, sino una canción, una sinfonía para las almas colectivas del pueblo judío y de toda la humanidad...  

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Rabino David Charlop

Posteado en 20.09.23

La Torá nos dice: “Escribid para vosotros esta shira (canción/poema)”. El Talmud explica que este versículo se refiere a la escritura de todo un Séfer Torá. Aunque el significado simple del versículo se refiere a la escritura del soneto profético de la Parsha de esta semana, Haazinu, los Sabios explican que este versículo también se refiere a todo el Séfer Torá.
Esta explicación del versículo es un tanto curiosa.

¿Por qué se llama a la Torá “shira” (canción/poema)? ¿Acaso la mayor parte de la Torá no está escrita en prosa?
El gran líder de la judería lituana del siglo XIX, el Rabino Naftali Tzvi Yehuda Berlin, explica los conceptos de un poema y su relación con la Torá.
Cuando un poeta escribe un poema, utiliza dos técnicas básicas para transmitir sus mensajes. En primer lugar, tras decidir el tema básico que quiere transmitir, elige cuidadosamente las palabras que añadirán profundidad y significado a su temática. Las sutilezas adicionales no son artificiosas ni rebuscadas, sino expresiones intrínsecas del propio poema. La propia naturaleza de sus palabras nos dice que hay más de lo que parece habert a simple vista. La segunda técnica se refiere a la estructura y la fluidez del poema. La forma y estructura únicas del poema permiten niveles adicionales de comprensión e ideas. La primera técnica puede proporcionar una imagen rica y tridimensional del tema principal del autor, pero el segundo método puede llevar los conceptos a niveles superiores, creando mundos enteros de significado.

¿Cómo se relacionan estos conceptos poéticos con la Torá? Los Sabios son los expertos tanto en las sutilezas del lenguaje de la Torá como en las ideas más profundas basadas en la forma y la estructura de la Torá. Cada sección de la Torá contiene una rica historia con muchas complejidades basadas en el lenguaje único utilizado. El Midrash y el Talmud recogen estas aparentes “peculiaridades” del lenguaje para llevarnos a una comprensión más profunda de la historia que se nos cuenta. Este es también el enfoque básico para la derivación de la ley judía, conocida como Halajá. Los detalles de muchas leyes se encuentran ocultos en las sutilezas del lenguaje y los Sabios comprendieron cómo cada palabra se relaciona con una ley específica.

Pero la complejidad de la Torá no acaba ahí. Toda la presentación de las historias y la forma en que se relacionan entre sí producen un tapiz de significado increíblemente intrincado y multidimensional. La Cábala y las enseñanzas místicas derivan no sólo de los versículos de la Torá, sino de todo el formato y la estructura de cómo se presentan las historias y las parashiot. Para simplificar estas dos ideas, podríamos decir que el primer nivel de la poesía de la Torá es horizontal, mientras que el segundo es vertical. El primero expresa belleza y profundidad, mientras que el segundo nos lleva a niveles de comprensión cada vez más profundos.

Estas maravillosas reflexiones nos dejan con una pregunta importante basada en el contexto de esta mitzvá de escribir un Sefer Torá. Cuando la Torá habla de un período inmediatamente anterior al fin de los tiempos, se nos dice que la generación final antes del Mashíaj (Mesías) enfrentará una gran crisis de fe: “…y les sobrevendrán muchos males y mucho sufrimiento, y en aquel día dirán ‘¿no es porque Hashem no está en medio de nosotros que nos han sobrevenido estos males?'”. Plantearán esta pregunta, pero no se menciona la teshuva (retorno a Hashem). Aparentemente no escucharán los mensajes de sus pruebas y tribulaciones. A esto Hashem responde y ordena “escribe esta shira”. ¿Cómo ayudará este “poema” a la situación?

La Torá describe el vacío emocional que sentirá la última generación. Su angustia no será intelectual, sino un profundo sentimiento de distancia espiritual del Creador. Hashem responde y dice “escribe esta shira” — que oigan que Mi Torá es un poema. Habla a la profundidad de sus almas, expresa toda la belleza y la luz que están buscando. Se nos dice que cuando estemos emocionalmente preparados oiremos que la Torá no es un libro de prosa. No son hechos e información, sino una canción, una sinfonía para las almas colectivas del pueblo judío y de toda la humanidad. Esa es la mitzvá de la Torá. No escribas un “rollo”, no te limites a escribir en prosa- escribe una “shira”, escribe una canción, un poema para el sediento viajero espiritual, para ahora y para las generaciones futuras.

Y nuestras almas oirán la música. Las complejidades del Talmud y la dulzura de las enseñanzas místicas nos saciarán de una forma que nunca creímos posible. Oiremos la música de la Torá, de nuestras almas y de toda la creación.

Que tengamos el mérito de escuchar este canto, junto con el sonido del gran Shofar del Mashíaj, en Jerusalén este año. Amén.

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