Con un pie en ambos mundos – Pekudei

¿Por qué Dios le ordenó a Moshé que los hijos de Aarón fueran los que sirvieran bajo su padre en el sacerdocio?

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 13.03.24

“Y los ungirás tal como ungiste a su padre, y servirán en el sacerdocio para Mí, y su unción será para sacerdocio eterno por todas las generaciones” (Shemot 40:15).

¿Por qué Dios le ordenó a Moshé (Moisés) que los hijos de Aarón fueran los que sirvieran bajo su padre en el sacerdocio? Además, si la Torá ordena que su sacerdocio sea eterno, entonces ¿por qué utiliza la frase aparentemente superflua de “por todas las generaciones” – ¿acaso eso no es lo mismo que decir “eterno”?

Pues bien – la siguiente parábola nos ayudará a responder a las preguntas anteriores:

Un rico comerciante de Odesa tenía una flota de una docena de barcos que navegaban por los puertos del mar Negro, transportando y comerciando con madera dura rumana, vino y queso búlgaros, té negro, especias turcas, y seda georgiana. La mayor parte del tiempo, el mercader tenía que navegar hasta puertos lejanos, especialmente Estambul, a fin de seleccionar en forma personal las mejores mercancías y negociar la adquisición.

Los principales almacenes del mercader en Odesa nunca funcionaron de acuerdo con sus expectativas y altos estándares. El personal contratado carecía tanto de lealtad como de integridad. Faltaban grandes sumas de dinero y mercancías. Cada vez que el comerciante regresaba del extranjero, encontraba sus almacenes desordenados, sus trabajadores ausentes o borrachos y sus clientes, insatisfechos.

“¡Basta ya!”, declaró un día el mercader, tras regresar de un viaje a Estambul. “¿Por qué debo navegar de puerto en puerto en busca de las mejores mercancías al mejor precio, cuando todo mi duro trabajo se echa a perder aquí mismo, en Odesa?”.

Mientras tanto, los dos hijos del mercader habían crecido y habían completado su educación formal. Por lo tanto, sin perder ni un solo día, el comerciante los incorporó al negocio y los puso al frente de los almacenes de Odesa. En efecto, sus hijos gestionaron el negocio de forma impecable, para orgullo y plena satisfacción de su padre. El negocio triplicó sus ingresos, y el mercader pudo seguir navegando a puertos lejanos con el corazón tranquilo. Aunque estaba físicamente al otro lado del mar, en Estambul, la presencia de sus hijos en los almacenes era como si él mismo estuviera también en Odesa, para deleite de los clientes y de todos los que hacían negocios con ellos.

* * *

Rabi Najman de Breslov explica (Likutey Moharan II:68), que la cualidad primordial del verdadero tzadik es su capacidad de mantener una presencia simultánea “arriba y abajo”. Arriba y abajo tiene una doble connotación: En primer lugar, para los corazones rotos que piensan que están “abajo”, en niveles bajos y completamente alejados de Dios, el tzadik les muestra que de hecho están cerca de Dios, y que Dios los ama y está con ellos. Pero, por otro lado, a los “de arriba” que se consideran justos y eruditos, el tzadik les muestra hasta qué punto en realidad están lejos de Dios.

En segundo lugar, aunque el tzadik está “arriba”, es decir, una vez que su alma ha abandonado esta tierra y mora en los mundos superiores, él puede mantener una presencia simultánea “abajo”. ¿Cómo? dejando hijos o alumnos que vivan su vida de acuerdo con sus enseñanzas. Dado que el hijo o el alumno es en esencia la continuación del cerebro del padre (maestro), el hijo o el alumno le permite al padre o al maestro mantener una presencia simultánea en ambos mundos, arriba y abajo.

El comerciante de Odesa, para tener éxito, debía mantener una presencia simultánea tanto en Estambul, al otro lado del Mar Negro, como en Odesa. Y esto lo consiguió incorporando al negocio a sus hijos de mayor confianza. Este sabio movimiento le permitió estar en Estambul, mientras ellos se ocupaban de los asuntos en Odesa con la misma perspicacia que si lo hiciera él mismo. Así, en efecto, el comerciante podía estar en ambos lugares al mismo tiempo.

Como en la parábola anterior, a los hijos de Aarón se les ordenó servir bajo su padre en el sacerdocio para que Aarón, el Kohen HaGadol (Sumo Sacerdote), pudiera mantener una presencia “arriba y abajo” – en el mundo espiritual, orando en nombre de todo Israel, y en el mundo material, para guiar a su pueblo por el camino correcto. “Eterno” se refiere al sacerdocio, que estará compuesto para siempre por la descendencia de Aarón.

Puesto que a todos se nos ordena ser como la tribu sacerdotal, todos debemos hacer todo lo posible para dejar hijos y discípulos que continúen en los caminos de la Torá mucho después de nuestra partida de esta tierra, “por todas las generaciones”. Al igual que el tzadik y el Kohen HaGadol, nosotros también debemos intentar estar “por encima y por debajo” al mismo tiempo. Dios quiera que todos podamos ver a nuestra descendencia sirviendo con entusiasmo a Hashem. Amén

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