De la redención a la plegaria – Tzav

Cuando comienzan las dudas en la fe, lo primero que se ve afectado es la plegaria.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 28.03.24

Enseña Rabí Najman que “lo principal de la plegaria es la fe”, y resulta imposible orar a menos que uno tenga una fe absoluta en que Dios es bueno y justo. Cuando comienzan las dudas en la fe, lo primero que se ve afectado es la plegaria.

En su gematria (valor numérico de las letras hebreas), el nombre Amalek significa “duda” y efectivamente, es que todo el poder de Amalek era poner dudas en los corazones de Israel, “¿Está Dios entre nosotros o no?”, y cuando hay duda, resulta imposible rezar, y por lo tanto la razón principal de la subyugación de Amalek fue a través de la plegaria de Moisés, que no tenía dudas de su fe.

Y en Purim tuvimos el privilegio de subyugar la “klipá” (cáscara o fuerza iespiritual impura) de Amalek, y por esto se nos concedió la fe completa – de todos modos después de Purim se nos concede la Parashat Pará (Vaca Roja), la cual corresponde a la plegaria, lo cual significa que ahora es el momento de fortalecernos y empezar a rezar a Dios con todo el corazón pidiendo una fe completa e inquebrantable.

Revelaciones en el pergamino

Según lo dicho, podemos ahora entender la conexión de las palabras de Rabi Najman en su obra magna, el Likutey Moharán, con Purim. Porque allí Rabi Najman dice que para merecer el aspecto de “vaca roja”, que es el aspecto de la plegaria, uno debe ver la caída de los malvados. Y cómo se logra esto— cuando los tzadikim logran ver que Hashem es Tzadik incluso cuando levanta a los malvados y les confiere poder.

Porque una de las pruebas más difíciles en la fe es ver que “el camino de los malvados ha triunfado”. En la época de la Meguilat Esther, todos vieron que el “rey” —que es el rey del mundo— levanta y lleva el mal y el mayor enemigo del pueblo de Israel, que es el malvado Hamán. Esto constituye una crisis de fe muy dificil de sobrellevar.

Y Mordejai el tzadik es el único que realmente ve y entiende que en la grandeza del malvado – es exactamente donde esta su caida. Él sólo ve ante sus ojos a Dios y sabe que Dios es justo y no justifica el mal, Dios no lo quiera, y por eso no está dispuesto a reconocer la grandeza del mal y ni se arrodilla ni se inclina ante Hamán.

Y si Hamán fuera una persona normal y corriente – no hubiera tenido nada de especial; pero precisamente porque Dios elevó tanto a Hamán y lo convirtió en jefe de todos los ministros y virrey, esto es lo que despertó en él toda la ira y la rabia, y precisamente por eso quiso matar a todos los judíos – y al final eso fue lo que le llevó a la perdición.

Lo que deseó a los demás, le ocurrió a él

Según esto, las palabras de Rabí Najman se explicarán en la misma Torá que dice (según un resumen de la LM): “Es imposible ver la caída de los malvados excepto examinando la tierra de Israel como está escrito: ‘Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos a tus pies’ y la tierra de Israel se llama ‘la mano derecha’” – y por lo tanto el sometimiento del malvado Hamán fue por la ‘mano derecha’ — la cual se refiere a Mordejai “ish ieminí”  – hombre de la derecha.

Y más adelante Rabi Najman dice que la caída de los malvados se produce de esta manera: “No basta que una persona se salve del mal, sino que también vea en el mal lo que el mal quería ver en ella”. Hamán quería que Mordejai fuera humillado y montado en el caballo del rey – y finalmente él mismo tuvo que pasar por esa humillación; luego Hamán mismo fue colgado en el árbol tal como él había querido colgar a Mordejai.

Pero Dios protege a los justos y les da a los justos una visión para ver que Dios es justo, como dice Rabi Najman: “Nos fortalece la luz de los ojos de los justos, que pueden ver a lo lejos y ver y alcanzar la justicia del Santo, bendito sea, sabiendo que la justicia del Santo, bendito sea, hace justicia con los impíos en el juicio. Esta es la justicia del Santo, bendito sea Él, tal como está escrito: ‘Porque yo no justificaré el mal’“. Y así Mordejai comprendió que Hamán no poseía grandeza y por lo tanto ni se encorvaba ni se inclinaba ante él.

El tzadik alcanza la fe completa y puede rezar, como dice Rabi Najman: “Y al ver la justicia de Dios, su fe se fortalecerá y su corazón se expandirá y podrá rezar”. Porque la esencia de la plegaria es a través de la fe, porque tiene fe en que todo está bajo la autoridad del Santo, bendito sea, incluso cambiar la naturaleza, y el Santo, bendito sea, no priva a cada criatura de su justa recompensa’, y entonces se fortalece y reza por sus necesidades”.

Eso fue lo que hizo Ester, cuando sintió que no podía rezar, diciendo: “Oh Dios mío, ¿por qué me has abandonado, lejos de mi salvación, han rugido mis palabras? Clamé un día y no respondiste…” – lo que hizo es que ella misma “hinchó” aún más a Hamán, invitándolo al banquete con el rey, lo que “infló” aún más el ego del malvado Hamán, hasta que no pudo tolerar más a Mordejai y entonces preparó el árbol y cuando fue al rey al día siguiente, allí empezó su caída. Entonces la fe de Ester se fortaleció y por eso al segundo día ya pudo rezar ante el rey: “Si he hallado gracia a tus ojos, oh rey… mi alma me será dada a petición mía y mi pueblo a petición mía”.

Y Ester obtuvo un doble beneficio al hacer esto: por un lado, el pueblo de Israel pensó que ella los estaba traicionando y perdieron la esperanza en su ayuda y no confiaron en ella y de todos modos invirtieron todas sus fuerzas en la plegaria completa; Y por otro lado, el orgullo de Hamán creció y creció hasta que finalmente “explotó”.

El gran milagro de Purim fue porque Hamán decidió aniquilar a los judíos en el mes de Nisán, y entonces habló con el rey y el rey estuvo de acuerdo, y podría haber llevado a cabo su plan inmediatamente y podría haberle dicho al rey que el decreto sería  puesto en práctica inmediatamente al día siguiente.

Pero Dios hizo que utilizara el “pur”, la suerte”, lo cual va en contra del sentido común, y el “pur” cayó al final del año, y así fue como durante todo un año el pueblo de Israel tuvo tiempo para rezar y pedir por su salvación. Y así fue como el “pur” (suerte)  se transformó en “pará” (vaca), o sea, la Vaca Roja de esta semana.

Que Hashem nos ayude a dominar por completo la klipá de Hamán Amalek y en mérito de esto alcanzaremos la fe- emuná completa y que se reconstruya el Templo Sagrado muy pronto en nuestros días, amén.

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