Ten fe en el método

Lo que sigue son solamente algunos de los muchísimos mensajes que recibimos en la redacción de Breslev Israel y que queremos compartir con ustedes:

4 Tiempo de lectura

Rabino Shalom Arush

Posteado en 28.01.24

Lo que sigue son solamente algunos de los muchísimos mensajes que recibimos en la redacción de Breslev Israel y que queremos compartir con ustedes:

“Recientemente una amiga mía que perdió ya la esperanza de encontrar a su alma gemela me confesó su dolor y me contó que hace ya mucho tiempo que no le presentan a nadie.

“’Ya casi extraño que me presenten a alguien inadecuado!’, me dijo, consciente de que el tiempo pasa y el ‘prometido’ no llega. Por supuesto que lo dijo en tono irónico, pero el dolor era muy real. Le pregunté si había hecho algo para mover los hilos, me respondió que sí había tratado, mas en vano. De hecho, hacía ya más de un año que no había salido en una cita con nadie.

“Pensé qué podía decirle y entonces se me ocurrió una idea brillante, de la cual el Rabino Shalom Arush habla constantemente. ‘Solamente tienes que dar las gracias por todo esto’ le dije. ‘Da las gracias por no tener pareja, por no tener buenos ofrecimientos, y trata de sentir el agradecimiento en el corazón. Da las gracias por no haberte casado aún y por todas las citas que salieron tan mal hasta ahora. En una palabra: siente el agradecimiento en cada fibra de tu ser’.

“Y así fue. Mi amiga empezó a dar las gracias y dejó toda la confusión atrás. Durante varios días se enfocó en el tema de la gratitud, dando gracias de todo corazón por todo lo que estaba sufriendo y, milagrosamente, en un solo día le llegaron tres ofrecimientos de una sola vez.

“Créeme que voy a dar a publicitar este milagro a todos mis conocidos”, me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

“Estoy en shock. Este método funciona. No sólo que me ayudó a ver el medio vaso lleno sino que me trajo grandes ofrecimientos después de tanto tiempo sin que pasara nada. Gracias, Dios mío, por el agradecimiento, y gracias por las buenas noticias”.

La gratitud trae aparejada más gratitud. Cuando das gracias por una propuesta, Hashem te posibilita dar las gracias por el compromiso. La gratitud trae abundancia. Desde el Cielo te dicen: “¿Estás dando las gracias? ¡Entonces te vamos a dar más motivos para dar las gracias! ¿Estás quejándote? ¡Entonces te vamos a dar más motivos para quejarte!” (Dios no lo permita).

Con respecto a esto solía decir el gran tzadik Rabí Shlomo de Karlín, (asesinado en el Holocausto, que su sangre sea vengada), que cuando le preguntamos a una persona cómo está, siempre tiene que responder: “Muy bien, gracias a Dios. Todo está bien”, incluso si las cosas no van tan bien.

En uno de los libros sagrados vi una maravillosa historia acerca de este tzadik Rabí Shlomo de Karlín. En una de las comunidades judías de la Diáspora, un maguid shiur hablaba de la importancia del servicio Divino hecho con alegría y de la importancia de la gratitud hacia Dios y también se refirió a esta enseñanza de Rabí Shlomo. Entre el público presente, se encontraba un hombre que tenía varios hijos en edad de casarse, el mayor de los cuales ya tenía treinta y pico de años. Todos esperaban un milagro pero ya casi habían perdido la esperanza y en su casa el ambiente era muy triste.

La charla del maguid shiur le infundió nueva esperanza al pobre padre y lo llenó de emuná y de bitajón (confianza) en el Creador. Cuando volvió a su casa, el hombre le contó a su esposa todo lo que había escuchado en la charla y le dijo así: “Quién sabe…. ¿Tal vez nosotros tenemos la culpa de lo que está pasando? Porque no estamos prestando atención a la bondad de Hashem y solamente percibimos las carencias y el sufrimiento…”.

La mujer estuvo de acuerdo con su marido y los dos decidieron fortalecer el tema de la gratitud y darle las gracias a Hashem por todas las bondades que Él hacía con ellos, por lo menos media hora todos los días. Pasó apenas un mes y el hijo mayor ya tenía novia. Por supuesto que Le agradecieron a Hashem por este gran regalo y siguieron alabando al Creador en cada oportunidad. Durante media hora por día solamente dieron las gracias. Al cabo de una semana y media, se comprometió el segundo hijo y al cabo de dos semanas, el tercer hijo también se comprometió. Dieron las gracias y en cuestión de semanas, los tres hijos ya estaban comprometidos.

El padre, sumamente emocionado, Le dio las gracias a Hashem de todo corazón, pero también quiso darle las gracias a aquel maguid shiur que lo había inspirado y que había posibilitado tan buenas noticias. El maguid shiur no entendió a qué se refería: “¿Para qué viene a mí? ¡Yo no hice nada!”.

El hombre le explicó que gracias a la charla que había dado hacía un mes y medio aproximadamente, él había empezado a dar las gracias al Creador todos los días y había visto con sus propios ojos los milagros de Hashem.

El maguid shiur le respondió que había hablado como habla siempre y que no se había percatado del tremendo poder de sus palabras y que estaba muy feliz de haber sido el medio para tan buenas noticias.

El maguid shiur, a su vez, sufría de un grave problema de salud a causa de un accidente de tránsito que había tenido hacía un tiempo y había estado internado mucho tiempo en el hospital y gracias a Dios había podido volver a casa, pero desde el accidente, ya no oía bien y de hecho, la situación iba de mal en peor y en este último tiempo casi no oía nada. No sabía qué hacer.

Pero al oír lo que le contó el padre, el maguid shiur se dio cuenta del tremendo poder de la gratitud a Hashem y vio los frutos maravillosos que sus palabras habían tenido en el público y entonces él mismo decidió fijar sesiones de agradecimiento a Hashem por todas las bondades que le hizo y le seguía haciendo Hashem.

Al cabo de apenas una semana, lo llamaron del hospital donde había estado internado y le dijeron que había llegado un gran especialista en otorrinolaringología y que lo invitaban a realizar un nuevo examen de audición. Tal vez podrían encontrar una solución a su problema.

El maguid fue al hospital y allí se enteró de que cuando lo habían tratado después del accidente, por error le habían tapado un conducto auditivo y de allí su incapacidad de oír. El especialista se percató del error y de inmediato dio órdenes de realizarle al maguid un nuevo tratamiento y gracias a Dios, recuperó la audición completamente.

Es verdad que el problema había sido por un error de los médicos, pero en realidad, no hay errores, sino que Hashem dirige todo lo que sucede y había hecho esto para enseñarle al maguid la importancia de la gratitud.

Escribe tu opinión!

1. Francisco de Assis Silva

1/31/2024

Gracias por ensenancas muy especial és. D’us bendiga a todos ustedes.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario