La cadena de milagros

Como todos sabemos, resulta muy difícil en esta época comprar un departamento. Los precios se dispararon por las nubes. Ahora bien – la emuná nos enseña que Hashem no está limitado y puede darles departamentos a todos, no importa cuánto ganen por mes ni cuánto dinero tengan en la cuenta bancaria. Cuando una persona compra un departamento por medio de la gratitud y la emuná, no hace falta esperar a recibir una herencia ni ganar la lotería. Hashem es Todopoderoso y todo Le pertenece a Él.

Al fortalecer la emuná, uno acepta con amor la situación en la que se encuentra, y da las gracias, está viviendo feliz así como está y merece grandes salvaciones. En esta carta que hemos recibido en nuestra redacción, se ve con claridad cómo una salvación trae aparejada otra:

“Shalom:

“Nosotros somos inmigrantes de los EEUU y hace más de siete años, antes de hacer aliá, vendimos nuestra casa en los EEUU, esperando que el dinero de la venta nos alcanzara para vivir acá en Israel. Pero acá no encontramos suficientes ingresos y la situación se complicó. El dinero del departamento se terminó hace rato y vivíamos en alquiler, luchando por conseguir el pan diario. Con los precios exorbitantes, el sueño de tener un departamento acá en Israel se hizo añicos. Habíamos perdido la esperanza de poder alguna vez tener casa propia, ya que no teníamos de dónde obtener los fondos para la compra.

“Pasamos un año muy difícil desde el punto de vista económico, y tuvimos que contraer muchos préstamos. Un día, alguien nos dio a leer el libro En el jardín de los milagros, que nos dio mucha fuerza y mucho aliento. Decidimos empezar a dar las gracias media hora todos los días. Por aquel entonces, tratamos de obtener derecho a una vivienda bajo hipoteca y continuamos dando las gracias a Hashem. Le dábamos las gracias por la situación en la que estábamos, y creímos con todo nuestro corazón que estábamos en Sus manos, sabiendo q       ue Él hace solamente el bien y que todo es para bien. Y al cabo de medio año, nos avisaron de que éramos acreedores a un departamento del Ministerio de Vivienda: un departamento precioso a precio muy razonable, mucho más barato de lo que cuesta cualquier departamento de ese mismo tamaño acá en Israel.

“Esto fue un gran milagro, obviamente, y no nos cabe la menor duda de que lo obtuvimos en virtud del agradecimiento. Es mucho más fácil enfrentar los problemas cuando uno sabe dar las gracias por todo y tiene emuná en que Hashem solamente hace el bien y busca su bien. Y la salvación que obtuvimos no hizo más que fortalecernos todavía más. Y así fue como decidimos darles de regalo este libro a mi cuñado y su esposa, que hacía ya cinco años que estaban casados y todavía no tenían hijos.

“Ellos ya habían consultado a muchos especialistas y habían realizado muchos tratamientos de fertilidad y obviamente habían rezado mucho. Cuando les dimos el libro, decidieron seguir sus consejos y dar las gracias sin pedir nada. ¡A los pocos días, ella quedó embarazada!

“Pero las salvaciones continuaron llegando. Al cabo de cuatro semanas, ella sintió que algo estaba mal. Era un viernes y tuvieron que internarla en el hospital para realizarle varios chequeos. A pesar de la angustia que sentían, decidieron fortalecerse en emuná, sabiendo que Hashem hace solamente cosas buenas y que aceptarían todo con amor, incluso si pasaba algo ‘malo’. Todo ese Shabat iban a dar las gracias por todo.

“Después de realizarse los exámenes en el hospital, les dieron el alta si bien los médicos no sabían decirles exactamente cuál había sido el origen del problema. Le dijeron a la mujer que volviera al hospital diez días más tarde. Esos diez días los dos hicieron una sola cosa: dar las gracias.

“Al cabo de diez días, llegaron otra vez al hospital para realizarse más chequeos y entonces les dijeron que todo estaba bien, gracias a Dios. ¡Y hace una semana les nació una beba perfectamente sana!”.

…

Hasta aquí la carta. Rabí Najman enseña que una casa, un bebé y una esposa son símbolos del éxito en la vida de un hombre. Y después de leer esta historia, podemos decir que la gratitud es otro ingrediente imprescindible para el éxito.