¡Se acerca Purim!

Los tesoros se están por abrir, ¡y estamos todos invitados a recibir toda este flujo de abundancia material y espiritual!

Purim es una gran fiesta no sólo para los niños sino que es un gran momento para todos nosotros, una oportunidad única para actuar con valentía, para empezar a mover todas esas cosas que llevamos atascadas en nuestras vidas hace ya mucho tiempo.

Tanto físicamente como espiritualmente. Tanto en el sustento como en la salud. Tanto nosotros como nuestros seres queridos.

No es un secreto. Está escrito en todos los libros sagrados.

Y vemos y oímos milagros literalmente cada año.

Mis alumnos en la yeshiva van todos los años en la noche de Purim a hacer rezos y largas sesiones de hitbodedut, y ven salvaciones con sus propios ojos gracias a los rezos de la noche de Purim, ¡desde personas solteras que encuentran pareja hasta parejas estériles que logran tener hijos y personas con deudas hasta el cuello que logran comprar apartamentos!

Porque en Purim “a todo el que tiende la mano se le da”.

Esto significa que a todo el mundo se le da sin comprobar si es digno o no.

Todo el mundo recibe aunque no sea digno, y aunque todavía no haya hecho teshuvá, aunque no lo merezca, y aunque todavía esté muy lejos – sin embargo, en Purim, la Halajá se observa en el Cielo y la abundancia se le da a todo el que extiende la mano, es decir, a los que rezan a menudo.

Desde todos los aspectos y en todas las formas en que se mire – Purim es un día inusual. Y así como Purim es un día inusual, las salvaciones y milagros de Purim también son algo realmente inusual: las salvaciones llegan como en ningún otro día del año.

Debemos estar orientados a los objetivos. Debemos prepararnos para Purim.

‘No todos los días de Purim’ – no es sólo una frase. Es la verdad.

Purim es algo tan especial y tan único que simplemente no debemos perdérnoslo. Porque tan grande como la luz inusual y la virtud del día, así es la grandeza de las molestias y confusiones que impiden a una persona prolongar la oración y recibir los tesoros.

Todos conocemos la parábola del rey que abrió los tesoros sólo por un día, pero rodeó el palacio de puestos de comida y espectáculos y todo tipo de atracciones. La mayoría de la gente cayó en el cebo, desperdició el precioso tiempo y se quedó vacía de todo. Sólo algunos trascendieron la magnitud de la hora y se prepararon adecuadamente, por lo que ignoraron todo el ruido de fondo y pudieron irse de este día cargados de todo lo bueno.

Cualquiera que tenga una pizca de sentido común debe decidir aquí y ahora que va a hacer todo lo posible para aprovechar al máximo este gran día. Es decir, reservarse un tiempo en el que pueda rezar durante largas horas. Lo mejor es que lo haga la noche de Purim, porque el día es muy ajetreado.

Y comienza ya esta semana empezando con el ayuno de Esther y por supuesto los dos días de Purim. Y este año también en los días entre el ayuno de Esther y Purim. Porque gracias a las plegarias de Purim, puedes alcanzar tú también los milagros de Purim.

Porque los milagros de Purim se repiten de nuevo cada año, como leemos en Meguilat Esther: “Y estos días son recordados y repetidos en cada generación”. Por eso necesitamos entender lo que ocurrió en aquella época, para que podamos entender qué salvaciones podemos obtener este mismo año.

En los días de Purim la salvación fue a modo de “naafoj hu” (al revés de como es siempre).

¿Qué significa esto?

Quiere decir que si le debes al banco 50.000 dólares y el banco decide cancelar tu deuda – esta es una tremenda salvacion por encima de la naturaleza, pero no es “naafoj hu”.

¿Qué es “naafoj hu”? Es cuando el director del banco te llama y te dice: no sólo voy a cancelar tu deuda, sino que además te voy a regalar 100.000 dólares del banco, y te voy a autorizar un préstamo de hasta un millón de dólares con cero tasa de interés.

¿Cuál fue entonces el milagro?

El pueblo de Israel lleva años exiliado en Babilonia. Golpeado, oprimido y humillado, pero sobrevive. De repente, llega el decreto de Hamán y los pone en peligro existencial. Todo está cerrado y sellado, y la situación parece perdida.

Ellos sólo querían sobrevivir. Estaban dispuestos a todo por anular el decreto, y volver a ser sólo judíos pobres y oprimidos en el exilio como antes del decreto, pero al menos poder sobrevivir.

No tenían ni idea de la poderosa salvación que llegaría. Ni siquiera se atrevían a soñar con algo semejante.

Al final, no sólo el decreto se anuló y el opresor fue humillado y castigado de la forma más patente- sino que además la figura judía más prominente de la generación, el tzadik Mordejai, recibe el anillo del rey y recibe el estatus más respetado del Imperio Persa, es decir, del mundo entero.

De una nación exiliada y dominada – pasaron a ser una nación gobernante; de una nación golpeada y condenada al ostracismo – pasaron a ser una nación a la que tanta gente quiere unirse y pasar a formar parte; de una nación humillada – pasaron a ser una nación que gana importancia en todo el mundo. De un pueblo harto de la Torá y de las mitzvot – pasamos a ser un pueblo que acepta la Torá con amor.

Y el punto máximo de la transformación fue que poco después de ese milagro – ¡el pueblo de Israel recibió la aprobación, el respaldo y el apoyo del reino persa para regresar a la Tierra Prometida y construir el Segundo Templo!

Esto es “naafoj hu”: del Holocusto al renacimiento.

Entonces  – este es mi consejo:

Organiza tu tiempo para que en Purim tengas tiempo libre para rezar.

Y así en Purim no sólo saldrás de apuros, sino que alcanzarás una enorme luz, enorme abundancia, y un sinfín de bendiciones.

Aprovechemos estos días tan especiales. Tomemos la decisión de que no sólo tendremos un Purim feliz, ¡sino que Purim nos hará muy felices durante toda la vida de aquí en adelante!