En conmemoración del majatzit ha-shekel

Cuando se trata de la santidad en cada judío, todos somos iguales. Cumplir con la mitzvá de recordar la ofrenda majatzit hashekel asegura protección y expiación a cada individuo y a la nación judía en su conjunto.

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 19.03.24

Dado que estos sacrificios estaban destinados a expiar a toda la nación, la Torá determinó que todos y cada uno de los judíos, ricos o pobres, debían donar este medio shekel para lograr la expiación.

El majatzit hashekel se instituyó para expiar el pecado del Becerro de Oro. La pregunta es – ¿cómo puede una moneda tan pequeña ser una expiación para aquellos que se postraron ante el Becerro?

Cuando el Beit Hamikdash (Templo) aún estaba en pie, el pueblo judío tenía la obligación, la mitzvá, de dar medio shekel – majatzit hashekel anualmente. El dinero recaudado se utilizaba para comprar los sacrificios del pueblo, aquellos sacrificios que estaban destinados a expiar a toda la nación. Y debido a que estos sacrificios estaban destinados a expiar a toda la nación, la sagrada Torá determinó que todos y cada uno de los judíos, tanto ricos como pobres, debían donar este medio shekel, y así lograr esta expiación. De ahí la convicción de los Sabios de que el cumplimiento de la mitzvá de conmemorar de este majatzit hashekel asegura protección y expiación.  

Mi almacén de mitzvot

Imagina una balanza de las de antes, como las que se usaban antes en los mercados: las frutas o verduras se colocaban en un cuenco de un lado, y las pesas de metal en otro cuenco del otro lado. Estas balanzas determinaban el precio del producto. 

Ahora bien: la esencia del judío es la observancia de las mitzvot. Esto no es una invención del siglo XXI. Las mitzvot son nuestra esencia, nuestra esencia básica. Desde tiempos inmemoriales, nuestros santos antepasados iban corriendo a cumplir las mitzvot incluso cuando siendo ya personas de edad avanzada y en un estado de salud precario.

Hashem los puso a prueba con muchas pruebas complejas y grandes desafíos, y aun así, hicieron el esfuerzo y fueron los primeros en cumplir las mitzvot con alegría. Su recompensa -en este mundo y en el otro- es enorme, inmensa, infinita.

Yo también quiero coleccionar mitzvot, y supongo que tú también. Todo lo que queremos es llenar nuestro depósito con un número infinito de mitzvot, actos de jesed y buenas acciones, e inclinar la balanza hacia el mérito y la compasión.

El mes de Adar contiene una amplia gama de tipos de alegría y luz: “Cuando empieza Adar, aumenta la alegría”. Es sabido que cuando una persona “agarra” mitzvot, su ánimo personal se llena de alegría y buenas energías; espiritualmente, además, es juzgada en forma favorable en el Cielo y se le dan más y más oportunidades de mejorar y avanzar. 

Por cierto, ¿te has preguntado alguna vez por qué se dice “agarrar”? Agarrar es algo así como un acto instintivo, y si no lo hacemos a tiempo, nos damos cuenta de que el tren ya se ha alejado de la estación y lo hemos perdido.

Para contribuir con el majatzit hashekel, haz clic acá 🙂

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