Piensa como Hashem

El objetivo es pasar de las necesidades del cuerpo y de las emociones a atender las necesidades del alma. No estamos ignorando lo físico- lo estamos elevando.

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Lori Steiner

Posteado en 15.03.21

Potencializar nuestra espiritualidad implica emular los caminos de Hashem. El primer paso en el proceso es pensar como Hashem. Pero ¿cómo podemos hacer eso? Primero tenemos que hacer las cosas que Él nos pide incluso si no tenemos ganas de hacerlas. Hacemos todas las cosas que conectan cuerpo con alma tanto si las entendemos y aceptamos como si no. Y al realizar estas acciones nos fortalecemos espiritualmente, y nos transformamos en mejores personas. Y entonces Hashem nos conduce y empezamos a pensar como Él.

 

Hashem está por encima de la naturaleza. Sus pensamientos están por encima de la naturaleza. ¿Acaso podemos esperar también elevarnos por encima de la naturaleza? La respuesta es un rotundo “sí”. Hashem quiere que busquemos la paz. Ese es el camino que el Creador quiere que tomemos para elevarnos espiritualmente. Por lo tanto, el objetivo es hacer un switch: pasar de las necesidades del cuerpo y de las emociones a atender las necesidades del alma. No estamos ignorando lo físico- lo estamos elevando.

 

Aceptamos y valoramos nuestra existencia física llevándola a que satisfaga los anhelos espirituales del alma. Para dar algunos ejemplos concretos, empezaremos con el concepto del autocontrol y la autodisciplina. Cuando ejercitamos este rasgo, estamos amaestrando el ego, la inclinación de satisfacer el cuerpo y hacer lo que el cuerpo quiere en vez de lo que el alma anhela. Al dominar el cuerpo, estamos fortaleciendo el alma.

 

Escuchamos al alma en aquellas áreas en las que nos cuesta resistir comidas que nos tientan y que están llenas de azúcar y carbohidratos, no yendo a un concierto de rock o una fiesta en Shabat y cuidando los ojos de no mirar cosas que no debemos, negándonos a responder a un insulto, leyendo historias inspiradoras de personas que superaron grandes obstáculos, y yendo de caminata para hablar con Hashem cuando tenemos un problema, en vez de recurrir a substancias tales como las drogas o el alcohol. En una palabra: esforzándonos por elegir la opción más elevada. El alma sana conduce a un cuerpo sano. Vamos en contra de nuestra inclinación natural, nuestra alma animal (nefesh ha behemit) y accedemos a nuestra alma Divina (nefesh elokit). Cuando elegimos pensar en Hashem, estamos dándole mucha felicidad.

 

Al dar pequeños pasos para hacer aquello que el alma sabe que es correcto, nos estamos ayudando no sólo a nosotros mismos sino también a toda la nación judía, porque todos somos uno mismo. Otro objetivo muy elevado pero factible y uno de los favoritos de Hashem: amar al prójimo igual que nos amamos a nosotros mismos. Esto puede sonar como algo imposible pero en realidad no lo es, si lo encaramos con la actitud debida. Tenemos que pensar como Hashem. Es verdad que el pueblo judío es un grupo muy diverso pero compartimos todos una misma alma. La mayor parte del tiempo, los seres humanos se sienten atraídos a aquellos que son parecidos en aspecto, opiniones y personalidad.

 

Tendemos a conectarnos con aquellos que piensan como nosotros y a evitar a aquellos que son diferentes. Hashem nos creó dispares con un buen motivo: para que aprendamos a ser tolerantes y elijamos ser amables y considerados a tener siempre la razón.

 

¿Cuántos de nosotros hacemos todo lo posible por ser amables con personas por las cuales no sentimos afinidad o atracción? Hace falta un gran esfuerzo para entrenar nuestros músculos espirituales. Hashem quiere que amemos incondicionalmente por tres motivos:

 

  1. Para dominar el ego
  2. Para hallar gracia a Sus ojos
  3. Para fortalecer espritualmente el alma colectiva del pueblo judío.

 

Todo esto conlleva fortalecer un rasgo muy especial: la HUMILDAD.

 

Lo que hace cada uno de nosotros nos afecta a todos así como el estado de cualquier miembro del cuerpo afecta a todo el organismo. Si nos duele la muela, el estómago también se siente mal y no sentimos apetito. A propósito Dios puso juntas personas distintas dentro de una misma familia, oficina, sinagoga, etc, para ver si somos capaces de elevarnos por encima de nuestras diferencias y llevarnos bien a pesar de todo. Y cuando lo logramos, no sólo que aprendemos de la experiencia sino que elevamos a toda la nación.

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1. Mary

9/06/2019

Me encanta cada artículo que sacan muy buena enseñanzas ustedes tienen mucha luz para dar gracias

2. Nancy Vargas

9/04/2019

Exacto emular los caminos de Ashen es pensar como El. Pero para eso es necesario ejercitarse en Su Camino por medio de la Emuna para vivir cada dÍa en El Jardín de la Fe UNIVERSAL. Y es necesaria La Tora escrita como Oral pero de igual manera un Rabino q nos guíe. Gracias por el Apoyo aprendo mucho por la Gracia de Ashem hacia esta su hija. SHALOM ASHEM

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