Ola de gratitud

En la generación que nos tocó vivir, tenemos que tener mucho cuidado de no quedar atrapados en la queja y la negatividad

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Dennis Rosen

Posteado en 06.07.21

En la generación que nos tocó vivir, tenemos que tener mucho cuidado de no quedar atrapados en la queja y la negatividad. La negatividad abunda en Internet. Los expertos que expresan más ira y negatividad son los que tienen más seguidores. La Torá nos enseña que cuando todos los que nos rodean se quejan, tenemos que intentar darle la vuelta. Si no podemos darle la vuelta, al menos tenemos que resistirnos y no dejarnos llevar por la ola de negatividad. Nuestra misión es ver lo bueno en los demás y en el mundo que nos rodea.

 

Se cuenta una historia acerca de Rabí Levi Yitzhak de Berditchev. Un Shabbat, él vio a un judío fumando; se acercó al hombre y le dijo: "Quizás has olvidado que hoy es Shabbat". El hombre le dijo: "No, Rebe, yo sé que hoy es Shabbat".

 

"Entonces le dijo: "Tal vez te has olvidado que no está permitido fumar en Shabbat". Y el hombre respondió: "No, yo sé que está prohibido".

 

"Quizás no te diste cuenta de lo que hacías cuando encendiste el cigarrillo". El hombre respondió: "No, Rebe, yo sabía exactamente lo que estaba haciendo".

 

Al oír esto, Rabí Levi Itzjak levantó las manos al cielo y dijo: "¡Amo del universo, mira a Tus hijos! Por mucho que lo intentes, ¡no logras que mientan!".

 

Rabí Levi Itzjak siempre vio lo bueno de la gente. Él nos mostró cómo nadar contra la corriente de la negatividad. Si lo emulamos, podremos cambiarnos a nosotros mismos e influir en el tono del discurso público.

 

Actualmente estoy leyendo un maravilloso libro de Rabí Zelig Pliskin intitulado “Gracias”. El libro contiene 76 capítulos breves, cada uno de los cuales nos da un consejo diferente demostrando cómo cultivar una actitud de gratitud. Al final de la mayoría de los capítulos hay una breve viñeta que ilustra el principio.

 

En uno de los primeros capítulos, el Rabino Pliskin dice que uno advierte aquellas cosas que está buscando. Cuando te propones como prioridad fortalecer la actitud de gratitud, notarás más cosas por las que estar agradecido. Cuando te propones convertirte en una persona más agradecida, todo tu mundo se llenará de más y más gratitud.

 

En su libro Gateway to Happiness, el Rabino Pliskin escribe que el Rabino Moshe Rosenstein contó Rabí Israel Salanter a menudo expresaba sus sentimientos de gran alegría sobre el beneficio recibido del sol brillante que ayuda a la humanidad de tantas maneras. El Rabino Rosenstein preguntó por qué otras personas no sienten también la misma alegría que Rabí Salanter. La razón principal es que la gente se siente feliz cuando tiene algo que a otros les falta. Cuando todos los demás en el mundo tienen lo mismo, no sienten que tengan algo especial. Rabí Salanter sentía un gran amor por los demás. Por lo tanto, el hecho de que otros también se beneficiaran aumentaba su placer. Así  una persona siente más placer cuando sus hijos también tienen placer, así también, aquel que ama sinceramente a los demás siente mayor placer cuando ellos se benefician.

 

El Rabino Pliskin comenta que también podemos obtener placer de todo lo que nos beneficia: los árboles que vemos, las aceras por las que caminamos, las rutas por las que viajamos, las luces de la calle a la noche. El hecho de que todos los demás disfruten de estos beneficios puede aumentar nuestro placer, en lugar de disminuirlo.

 

El Rabino Avigdor Miller escribió que hay cuatro palabras que resumen el judaísmo de la Torá: "Te doy las gracias, Hashem", en hebreo “Aní modé lejá Hashem”. Dice que al decir gracias debemos darnos cuenta de que estamos agradeciendo a nuestro Padre y Rey. Es a través del agradecimiento que revelamos la presencia de Dios en el mundo. Esta es una parte clave de nuestra misión: revelar la realeza de Dios e inculcar en nosotros mismos y en los demás un sentido de gratitud por toda Su beneficencia.

 

Por desgracia, cuando la gente insiste en buscar lo negativo, sin lugar a dudas seguirá encontrando más y más cosas de las que quejarse. Recuerdo haber visto un dibujo animado que mostraba a dos elefantes desembarcando del Arca de Noé. Un elefante fruncía el ceño y le decía al otro "¡Qué viaje tan malo! Todos los días llovió…".

 

En Las puertas de la gratitud, el Rabino Shalom Arush dice que la queja es uno de los principales defectos de carácter del pueblo judío. Esto culminó en el pecado de los espías cuando toda la nación comenzó a llorar sin un motivo. Hashem dijo: "Veo que estáis llorando sin motivo. Ahora les daré muchas razones para llorar". La buena noticia es que lo positivo es 500 veces más poderoso que lo negativo y que ahora sabemos cuál es el camino para acabar con el exilio. Tal como explica detalladamente el Rabino Arush, el camino hacia la redención está pavimentado con expresiones de sincera gratitud.

 

Mi hija vio una calcomanía para el parachoques con un mensaje muy simple pero muy poderoso: "Hazte millonario bien rápido: cuenta tus bendiciones". Cuando te propones contar tus bendiciones, Hashem te dará más bendiciones que contar. Aunque nos cueste trabajo y tengamos que nadar a contracorriente, los resultados merecen la pena.

 

 

 

 

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