Respaldo económico

2 Tiempo de lectura

Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.12.21

Un grupo de alumnos de la yeshivá fueron de viaje a la ciudad de Tzefat (Safed) y allí encontraron a una persona que les contó la historia de un hombre que estudia Torá en un kolel que recibía un sueldo mensual de aproximadamente 250 dólares y vivía con gran pobreza. El hombre trató por todos los medios de aumentar sus ingresos y también oró mucho pero no vio resultados.

Un día le llegó a sus manos un CD de emuná y a partir de ese día empezó a hacer una hora de hitbodedut todos los días y a darle las gracias a Hashem por el sustento tan limitado. Le dio las gracias a Dios de que esos fueran sus sufrimientos y de que él y su familia estaban sanos, etc. Todos los días durante media hora dio las gracias y se alegró de lo que le tocó en la vida y a las pocas semanas llegó a su casa alguien que él no conocía y le contó que estaba buscando a alguien que estudiara Torá para la elevación del alma de su padre, y que en recompensa él le iba a proveer un estipendio mensual. Y a partir de aquel día empezó a darle aproximadamente 1800 dólares por mes.

Siempre debemos recordar que cuando uno tiene dificultades y quiere cambiar algo en su vida como, por ejemplo, cuando anhela algo y le resulta imposible conseguirlo, o cuando tiene dificultades con el sustento, eso es señal de que esa es la voluntad de Hashem que así sea por el momento. Uno tiene que anular su propia voluntad y aceptar la voluntad de Hashem con alegría y saber que es por su propio bien y sus deseos puede expresarlos durante las plegarias. Vale decir que la persona tiene que establecer una hora fija todos los días, no importa exactamente cuánto tiempo, para agradecerle a Hashem por la situación en la que se encuentra y por toda la abundancia que le prodigó hasta ese momento. Y todo el tiempo tiene que estar alegre y creer que cada cosa va a llegar a su debido momento según la voluntad de Hashem.

En ese sentido, escribe Rabí Elimelej de Lizhensk, de bendita y santa memoria, en su libro “Noam Elimelej” (Parashat Beshalaj) que: “Si la persona confiara con un corazón leal, entonces su sustento le llegaría sin aflicción ni servidumbre en absoluto, y le caería como una lluvia, que baja sin esfuerzo”. La única razón del esfuerzo que se le exige al ser humano es como dice en el versículo “Y el pueblo salió…”, o sea, cuando la persona no tiene confianza en Hashem, entonces “y recogieron cada porción en su día”, o sea, cada día hay que renovar otra vez el esfuerzo.

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario