El beso de arriba – Beshalaj

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Rabino David Charlop

Posteado en 10.01.22

¿Cómo se puede transmitir la belleza de un Kabalat Shabat (servicio para recibir al Shabat) cantado con las emociones más profundas? ¿Acaso es posible transmitir la emoción que siente un grupo que armoniza un nigún (melodía) lleno de inspiración? Suponiendo que no, ¿cómo deberíamos intentar comprender la lectura de la Torá de esta semana que nos habla del increíble canto que Moisés y el pueblo judío entonaron al cruzar el Mar Rojo?

Si bien resulta imposible experimentar las cimas espirituales que se alcanzaron en ese momento, tratemos de comprender la naturaleza del canto tal como lo describe la Torá en la parashá de esta semana. ¿Qué fue lo que llevó al pueblo judío a cantar?

Las ideas que siguen surgen de una impresionante visión del Jatam Sofer (Rabino Moshe Sofer, 1762-1839).

Tras el largo y poético canto que entonaron los hombres en el Mar, la Torá nos habla de una repetición del mismo canto. La hermana de Moisés, Miriam, llevó a las mujeres a un lugar separado para que cantaran sus propias palabras de alabanza a Hashem. El versículo nos dice que ella y las mujeres cantaron una sola estrofa: “Cantadle a Hashem, porque Él es muy exaltado. Él arrojó el caballo y su jinete (el ejército egipcio) al mar”. Los comentaristas difieren sobre algunos puntos. Algunos dicen que las mujeres también cantaron toda la canción aunque sólo se registra un verso. Según ellos, la Torá proporcionó una línea como dando a entender que podía deducirse que también habían recitado los versos restantes. El Jatam Sofer se opone a este enfoque y, basándose en su interpretación, nos proporciona una comprensión fundamental de la fuente del canto y la alabanza en la Torá.

En general, todos tratamos de ser agradecidos con Hashem, pero el canto es una realidad diferente. ¿Qué hace que una persona Le cante “shirá” a Hashem? Cuando sucede algo realmente único e inesperado, el receptor de ese “beso de lo alto” se vuelve para expresar su agradecimiento a la Fuente de esas bendiciones. En teoría, dado que somos receptores de constantes bendiciones, deberíamos estar constantemente entonando alabanzas. La razón por la que la mayoría de nosotros no lo hace es muy sencilla: nos acostumbramos a todo el bien que se nos otorga. Sin embargo, como todos nos relacionamos con la ocurrencia de manera diferente, nuestras alabanzas también variarán. En resumen, dar las gracias en contraposición a la shirá es una expresión de las bendiciones más “naturales” de nuestras vidas. El canto, tal como en la shirá de la parashá de esta semana, es una efusión de gratitud por algo inesperado y milagroso. Que expresemos nuestro agradecimiento en forma de shirá dependerá de lo milagroso que nos parezca el acontecimiento.

¿Cómo se relaciona esto con el hecho de que las mujeres canten sólo un verso de la shirá?

Para responder a esta pregunta necesitamos entender dos ideas más. En primer lugar, cuanto mayor sea la fe de la persona, menor será el milagro. En segundo lugar, nuestros Sabios nos dicen que las mujeres en Egipto estaban en un nivel espiritual mucho más alto que los hombres. Basándonos en estas dos ideas, volvamos a la Canción del Mar.

Si observamos cuidadosamente los temas de la shirá, veremos dos conceptos básicos. En primer lugar, el pueblo judío fue salvado de la esclavitud y la opresión. En segundo lugar, los egipcios fueron castigados por su crueldad para con los judíos. Ambas expresiones de la Providencia de Hashem fueron verdaderamente milagrosas. Pero sólo para los hombres.

Miriam y las mujeres cantaron alabanzas exclusivamente acerca de la caída de los egipcios. ¿Por qué?

El hecho de que el pueblo judío se salvara por la división del Mar fue muy especial, pero las mujeres comprendieron que la naturaleza funciona para ayudar al pueblo judío. Si el pueblo de Hashem se encuentra en una situación desesperada, entonces las “leyes” de la naturaleza obviamente se suspenden. Para las mujeres, el hecho de haberse salvado no era tan milagroso y no era necesariamente una causa de shirá. Por otro lado, el milagro del ahogamiento de nuestros enemigos fue milagroso incluso para las mujeres. Normalmente, el pago del bien y del mal se deja para el otro mundo. En este fallo en el tiempo, fuimos testigos de la caída y el castigo de nuestros enemigos.

Por el contrario, los hombres cantaron tanto por haberse salvado como por el castigo de nuestros enemigos. El hecho de que ambos sucesos fueran milagrosos para ellos es un reflejo de su nivel inferior. Las mujeres no sintieron la necesidad de cantar alabanzas por nuestra salvación, ya que eso era obvio para ellas. Sin embargo, cantaron shirá por la inesperada caída y castigo de los egipcios.

Todo en la vida debería darnos motivos para expresar nuestro agradecimiento. El nivel del canto en la Torá refleja algo más allá de lo normal. Los Sabios nos dicen que hay una última shirá que espera ser cantada por el pueblo judío cuando recibamos a Mashíaj con milagros y maravillas, que sea muy pronto. Amén.

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1. nilda nora martino sindelar

2/01/2022

Hemosisima la explicacion muchisimas gracias que Hashen le de larga vida shalon

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