¿Entendiste la indirecta? – Vaetjanán

Al principio de esta parashá de la Torá, Moshé Le suplica a Dios que le permita entrar en la Tierra de Israel. Hashem le había dicho a Moshé que no llevaría al pueblo a la Tierra, pero Moshé amaba tanto a Eretz Israel que siguió rezando para anular el decreto: “Imploré a Hashem en ese momento, diciendo… Permíteme ahora cruzar y ver la buena Tierra que está al otro lado del Jordán, esta buena montaña y el Líbano” (3:23-25).

Rabi Natan de Breslev explica en Likutei Halajot una razón más profunda de por qué Moshé Le suplicó a Hashem poder entrar en la Tierra de Israel. Rabi Najman explica en la enseñanza 54 de Likutei Moharán (Parte 1), que la persona necesita guardar muy bien su memoria para no caer en el olvido y necesita recordar cada día que el verdadero propósito de la vida es prepararse para el Mundo Venidero. Cuando fallecemos, nuestras almas regresan al Cielo. La Corte Divina nos hará preguntas sobre cómo hemos vivido la vida en este mundo. 

También tenemos que utilizar nuestro poder de la memoria a un nivel más personal. Esto significa que debemos contemplar bien y examinar nuestros pensamientos, palabras, acciones y experiencias. Debemos buscar las pistas y los mensajes que Hashem nos envía para acercarnos a Él. 

Cada día, Dios ha preparado pistas especiales sólo para ti, a través de los pensamientos, palabras y acciones que experimentas. Sin embargo, para poder conectarte con este poderoso aspecto de la memoria, necesitas cuidarte mucho de no tener un mal ojo. La envidia, el odio y la lujuria son ejemplos de mal de ojo. Tener mal ojo cuando miramos a otras personas es un pecado castigado con el olvido. El corazón se embota y entonces es imposible contemplar los mensajes de Dios. 

Por eso, explica Rabi Natan, Moshé suplicó y rezó tantas veces ante Hashem para que le permitiera entrar en la Tierra de Israel. Esto se debe a que el aspecto principal de este recuerdo sagrado y la comprensión más profunda sólo pueden alcanzarse en la Tierra de Israel (Las Leyes de los Jueces, 5ª enseñanza).

Rabi Najman también enseña en otra lección en Likutei Moharán, 217 (Primera Parte), que el mes de Tamuz, cuando comenzamos las Tres Semanas, es aludido en el versículo al final del profeta Malaquías, y es una sigla de la frase “Torat Moshe” – “recuerda la Torá de Moshe”. El olvido de la Torá y el olvido de nuestra relación con Hashem ocurrió en el mes de Tamuz, cuando Moshé rompió el primer juego de Tablas. Por lo tanto, a un nivel más profundo, conectarse con el poder de la memoria significa buscar y contemplar lo que Hashem podría estar enseñándonos, cada día. Queremos rectificar el aspecto de la memoria que fue manchado durante las Tres Semanas.

Cada día, Hashem nos envía pistas y mensajes especiales para acercarnos a Él y a lo que realmente somos. Sin embargo, muchas veces, no entendemos lo que Hashem está tratando de decirnos. Muchas cosas se nos ocultan. Esto nos causa dolor y confusión. ¿Por qué he pasado por esto? ¿Qué viene a enseñarme esto? Pero a veces somos capaces de entender la visión y el mensaje especial que Dios quiere enseñarnos. 

En esta época del año, después de vivir las Tres Semanas de luto por la destrucción del Templo y el Ayuno de Tisha B’Av, comenzamos a leer las siete haftarot especiales de consuelo hasta Rosh Hashana. Este Shabat también se llama Najamu, que es como se inicia la haftará de esta semana. Se nos recuerda que a pesar de las dificultades por las que podamos estar pasando, también hay momentos de claridad y consuelo. Que Hashem nos bendiga y nos conceda la capacidad de saber y recordar que todo lo que pasamos en la vida contiene en su interior un mensaje especial lleno de amor de Hashem.