La conversación – Vaigash

Estie inició lo que parecía una conversación inocente. “¿Escuchaste que Shalva Aronovitch se comprometió con Shlomi Bitton?”.

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Jenn Safra

Posteado en 25.12.22

Estie y Shoshana eran dos muchachas que todos los días tomaban el autobús Egged para volver de sus estudios en la universidad. Un día, Estie inició lo que parecía una conversación inocente. “¿Escuchaste que Shalva Aronovitch se comprometió con Shlomi Bitton?”.

“¿En serio?”, respondió, sorprendida, Shoshana.  “¡Nunca se me habría ocurrido pensar en semejante pareja!”.

“Entiendo a qué te refieres”, dijo Estie. “Me refiero a que Shalva es una chica muy callada y nunca se sabe lo que las chicas calladas guardan en su interior. No se me ocurre de qué tema habrán podido sentarse a conversar”

“Yo escuché que ella no logró entrar a una buena universidad, así que tuvo que conformarse con hacer un curso por correo”, dijo Shoshana, añadiendo sus dos centavos a la cuota de chisme diaria.

De repente, Estie sintió un golpecito en el hombro. Miró hacia atrás y vio a una mujer de mediana edad. “Quiero darles las gracias, chicas”, dijo la mujer. “Yo soy la madre de Shlomie y solamente quiero decirles que les agradezco la información que, sin querer, me acaban de dar acerca de la futura esposa de mi hijo. Hemos investigado mucho, pero ahora me parece que no ha sido suficiente.  Gracias por salvar a mi hijo de un mal matrimonio”.  Las dos chicas se quedaron completamente atónitas. No esperaban que su conversación tuviera ese efecto. Se quedaron estupefactas intentando pensar en una respuesta que salvara a la pobre Shalva. Desde luego, en ningún momento habían tenido la intención de romper su compromiso.

“¿En serio?”, respondió, sorprendida, Shoshana.  “¡Nunca se me habría ocurrido pensar en semejante pareja!”.

La mujer se levantó cuando el autobús llegó a la siguiente parada.  Miró hacia atrás y dijo: “No soy la madre de Shlomie, pero podría haberlo sido.  Deberíais tener más cuidado al hablar de los demás”.  Y se bajó del autobús.

En la porción de Vayigash, que leemos esta semana, la Torá nos cuenta que Yosef se reúne finalmente, después de 17 largos años, con su padre Yaakov. ¡Cuánto anhelaba reanudar sus dulces estudios de la Torá! Los comentaristas nos dicen que Yosef no continuó estudiando Torá con su padre después de ese encuentro. ¿Y por qué no?  El Midrash nos dice que Yosef temía que, en medio del estudio de la Torá, su padre le preguntara qué le había sucedido todos estos años y que en su respuesta a su padre pudiera hablar lashon hara (malas lenguas, calumnias) sobre la historia de cómo sus hermanos lo habían vendido   como esclavo. Yosef comprendió lo peligroso que es hablar de los demás e incluso estuvo dispuesto a renunciar al valioso estudio junto con su padre.

Por eso, siempre se recomienda no hablar de los demás. Quién sabe adónde puede conducir una conversación que empieza siendo inocente.  Debemos tener siempre presente que, aunque el objeto de la conversación o sus padres no estén cerca, nuestro Padre Divino está siempre presente y escucha todas nuestras conversaciones.

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1. veronicalm

12/26/2022

Amen Gracias

2. veronicalm

12/26/2022

Amen

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