La personalidad autodestructiva

¿Qué es lo que lleva a una persona a causarse daño a sí misma de forma intencional? El Dr. Zev Ballen nos explica el tema desde la perspectiva professional...

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

¿Qué es lo que lleva a una persona a causarse daño a sí misma de forma intencional? ¿Acaso sus motivaciones son diferentes de las de aquellos que sufren otras formas de neurosis? A primera vista, parecería que la persona que se esfuerza en autodegradarse y aquella otra que lucha por alcanzar la gloria y la conquista tienen objetivos completamente diferentes, pero si nos fijamos más de cerca vamos a ver que ambas están buscando exactamente lo mismo.

 

El deseo de sentirse seguro y protegido constituye la necesidad psicológica más básica que existe. El niño, antes de que llegue a la edad en la que puede sentirse seguro con Di-s, primero tiene que sentirse seguro con sus padres o tutores. La persona neurótica de nuestra generación es aquella que no recibió una dosis adecuada de amor paterno incondicional, que es el precursor de una conexión espiritual sana.

 

La diferencia entre la persona esencialmente normal y aquella que sufre de un conflicto neurótico es que el neurótico solamente puede librarse de su inseguridad básica dejándose caer en pautas enfermas de pensamiento, sentimiento y conducta. El comportamiento autodestructivo es solamente una de las muchas “soluciones” neuróticas para superar una profunda inseguridad con la vida misma.

 

La “solución” masoquista consiste básicamente en tratar de librarse de uno mismo y de todos sus conflictos y todas sus limitaciones. En mayor o menor medida, todas las personas autodestructivas tienden a volverse a sí mismas desesperadas e indefensas y regodearse en su desgracia autoinducida. La satisfacción que obtienen de arrancarse toda su dignidad y hasta el último rastro de orgullo personal radica en que al regodearse en su propia desgracia se vuelve insensible a sus conflictos reales. Esa persona ya no se preocupa más por el éxito o el fracaso; ya no toma más decisiones sobre si debe defender sus valores o no. Una vez que ha delegado su propia persona al sufrimiento, uno se siente exonerado de luchar por fortalecerse y superar los desafíos de la vida. Patológicamente, esa es su forma especial de sentirse seguro.

 

Un hombre casado de treinta y pico de años, padre de cuatro hijos, aún no se ha establecido en una carrera y según su mujer le falta el ímpetu no sólo para proveer a su familia sino también para hacer cualquier cosa productiva consigo mismo. Este hombre descuida su salud; no tiene hobbies ni intereses especiales y se pasa todo el tiempo dando vueltas y “metiéndose en la vida de todos”. Cuando él empezó las sesiones de emunaterapia, solamente lograba articular qué era lo que su mujer quería de él pero no lograba expresar su propio deseo por algo específico: solamente que su mujer tenía que ser más feliz con él.

 

Su reacción típica a cualquier cosa que su mujer espera de él es una inmediata reacción de “no puedo” y luego dejarlo para después o enfermarse. Él siempre tiene una coartada para no tener que poner en práctica su verdadera capacidad. Por supuesto que sufre enormemente a causa de su autodesprecio, de sentimientos de culpa y del hecho de que su mujer ya no lo ama ni lo respeta. No obstante, su necesidad imperiosa de transformarse a sí mismo en una nada no le permite ver lo que es obvio: su mujer no se va a poner feliz por arte de magia; la única forma en que ella puede ser feliz es si él se compromete a volverse una persona fuerte.

 

El camino a la recuperación para este hombre y tantos otros como él es, antes que nada, aprender a hablar libremente con un emunaterapeuta acerca de cada aspecto de su dilema interno. Si hace eso entonces todos los conflictos irresueltos dentro de él habrán de disolverse y entonces conocerá mucho mejor su verdadera capacidad. Al hacerlo automáticamente sentirá mucho más la presencia de Di-s en su vida. Esto se debe a que hablar de la verdad lo conecta con la fuente de la verdad que es el Propio Di-s. En el momento en que admite cada miedo o cada capacidad que posee, se está acercando más y más a Di-s. Y cuando Di-s “ve” que él confía en un proceso que está basado en Su Torá, automáticamente Él lo ayuda a superar sus dificultades neuróticas.

 

Otro factor curativo es que al hablar libre y espontáneamente con su emunaterapeuta, él recuperará su poder innato de libre albedrío. Esto a su vez le permitirá realizar la conexión espiritual que siempre anheló pero que sentía que estaba más allá de él.

 

Su emunaterapeuta jamás podrá ser el buen padre o la buena madre que él nunca tuvo, pero eso no es necesario para que su tratamiento sea exitoso. Basta con que su emunaterapeuta sea una persona cálida y afectuosa que trabaje sobre una base de Torá. Pues únicamente las enseñanzas psicológicas que se arraigan en la Torá tienen el poder de traer una cura permanente y aliviar el sufrimiento del ser humano.

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1. Flor

7/10/2019

No se como puedo agradecer que mi hijo de 23 años falleció hace un mes perdón hashem pero aun no lo puedo hacer disculpa si ofende mi comentario

2. BRUNO RAVINA MORENO

9/04/2017

Torá sanadora

La presencia de Hashem solo puede percibirse con la lectura y esfuerzo de práctica. Por qué esfuerzo? No hay libre albedrio en el mundo actual, el Holocausto y los constantes ataques que sufre el pueblo nos lo recuerdan a cada instante. Cada día es más difícil cumplir mitzva, puedes perder trabajo, amigos, ser marginado y objeto de burlas y ataques, hasta esotéricos (se percibe) … robos, estafas, hipocresía … libre significa sin presiones, distinto a tentación, la sociedad exige comportamientos, estereotipos, no hay sitio o va quedando poco a los "cucufatos", prácticamente da ganas de huir todo el tiempo

3. BRUNO RAVINA MORENO

9/04/2017

La presencia de Hashem solo puede percibirse con la lectura y esfuerzo de práctica. Por qué esfuerzo? No hay libre albedrio en el mundo actual, el Holocausto y los constantes ataques que sufre el pueblo nos lo recuerdan a cada instante. Cada día es más difícil cumplir mitzva, puedes perder trabajo, amigos, ser marginado y objeto de burlas y ataques, hasta esotéricos (se percibe) … robos, estafas, hipocresía … libre significa sin presiones, distinto a tentación, la sociedad exige comportamientos, estereotipos, no hay sitio o va quedando poco a los "cucufatos", prácticamente da ganas de huir todo el tiempo

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