Encender el alma en 5

¿Alguna vez te pasó que estabas de excelente humor, optimista y alegre, y de repente te encontraste con alguien que te cae mal o alguien que te insultó, que te engañó o que te causó un gran dolor en el pasado? Sea como fuere, a veces nos encontramos con personas que sacan a flote lo peor de nosotros mismos, ya sea enojo o cualquier otra emoción negativa.

¿Qué sucede con nosotros en una situación así?

Imagínate que tu alma es una velita encendida que te ilumina la vida. La persona que desencadenó tu reacción negativa es como alguien que arroja agua fría a esa vela y la apaga. El desafío consiste ahora en reencender la vela lo más rápido posible y volver al equilibrio preexistente.

En términos muy simples, si alguien o algo te quita la alegría, tenemos que volver a recuperarla lo antes posible. Llámalo “primeros auxilios” del alma si quieres. Y eso es lo que estamos a punto de aprender: cómo encender el alma en cinco minutos.

Pero yo no puedo aceptar el crédito de esta enseñanza ya que es una lección que enseñó el profeta Elisha en el tercer capítulo de Reyes II. Todo guionista de Hollywood estaría encantado con la clase de confrontación que el profeta describe aquí:

Yehoram, el hijo del notorio idólatra Ahab fue el octavo rey de Israel en Samaria. Al mismo tiempo, Yehoshafat era el rey de Judea. El rey de Moab declaró la guerra contra Yehoram e Israel. Si bien Israel y Judea se dividieron en dos reinos por separado tras la muerte del Rey Salomón, y si bien Israel sucumbió a la idolatría, Yehoram aún se dirigió a sus hermanos judíos en Judea con la esperanza de que lo ayudarían en esos momentos difíciles. Yehoshafat estuvo de acuerdo.

El ejército combinado avanzaba junto con su aliado Edom, que también despreciaba a Moab. Así marcharon durante siete días a través del desierto de Edom a fin de sorprender a Moab desde el sur, pero no pudieron encontrar agua en ninguna parte. Con su sarcasmo blasfemo, Yehoram exclamó: “Hashem ha convocado a tres reyes juntos para entregarnos en manos de Moab”.

Yehoshafat, visiblemente molesto al escuchar semejante blasfemia de boca de Yehoram, dijo: “¿Acaso no hay aquí un profeta de Hashem, de quien podamos escuchar la palabra de Hashem?”. Yehoshafat sabía que necesitaban desesperadamente la bendición de un santo.

Uno de los oficiales israelitas respondió: “Elisha el hijo de Shafat está aquí cerca. Él fue el discípulo y sirviente del profeta Elías”.

Aliviado, dijo Yehoshafat: “La palabra de Hashem está con él”. Los tres reyes se dirigieron a ver a Elisha.

Cuando Elisha vio al idólatra Yehoram, perdió la compostura y el espíritu de profecía. Y le exclamó al rey de Isreael: “¿Qué tengo yo que ver contigo? Ve a ver a los profetas de tu padre y tu madre (Ahab y Jezebel)!”. Luego se dirigió a Yehoshafat  y dijo: “De no ser por ti, Yehoshafat rey de Judea, jamás miraría a esta persona!”.

“Pero profeta sagrado”, rogó Yehoshafat, “¡Necesitamos tu bendición! ¡Necesitamos escuchar la palabra de Hashem!”.

¿Qué podía hacer Elisha? Al ver a Yehoram, el malvado hijo de los reyes más malvados, Ahab y Jezebel, que habían hecho todo lo posible por asesinar a su mentor, el profeta Elías, le causaron semejante enojo que hasta perdió su espíritu profético. No estaba en condiciones de dar una bendición y mucho menos de transmitir la palabra de Hashem. ¿Qué podía hacer?

Hashem le implantó una idea: “¡Tráiganme un músico!”. Yehoshafat convocó a un músico digno que tocó una melodía de devoción de Hashem para Elisha. En pocos minutos, el espíritu profético de Elisha retornó a él. No sólo bendijo a los reyes sino que también les dio la estrategia que les posibilitó vencer a Moab.

Nosotros podemos hacer lo mismo que hizo Elisha y les aseguro que obra maravillas.

Si sientes que el alma se te está apagando, canta o silba tu melodía favorita. Elige una melodía que te inspire o te dé aliento. En menos de cinco minutos vas a sentir calor en el corazón. Eso proviene del alma que acaba de reencenderse.

Si no tienes una melodía en la mente, trata esta: es una de mis composiciones originales y una de mis favoritas y siempre me ayuda. Que la disfruten: